domingo, 3 de octubre de 2010


Octubre

Estaba echado yo en la tierra, enfrente
el infinito campo de Castilla,
que el otoño envolvía en la amarilla
dulzura de su claro sol poniente.

Lento, el arado, paralelamente
abría el haza oscura, y la sencilla
mano abierta dejaba la semilla
en su entraña partida honradamente.

Pensé en arrancarme el corazón, y echarlo,
pleno de su sentir alto y profundo,
al ancho surco del terruño tierno,
a ver si con partirlo y con sembrarlo,


la primavera le mostraba al mundo
el árbol puro del amor eterno.

-Juan Ramón Jiménez.

3 comentarios:

ross dijo...

Hermoso.... creo que es el mes más bello por el sol, las flores, el tiempo de cosechar.

Anónimo dijo...

sol de otoño, no quema pero, que bien calienta

besitos
susy

Anónimo dijo...

Susy, chiquita, si bien sabes que no depende de mi...tenme confianza y paciencia...

sol de otoño
"soldeotoño"...oye...me gusta