miércoles, 31 de octubre de 2018

En la Casa Blanca


El buitre - Franz Kafka

Érase un buitre que me picoteaba los pies. Ya había desgarrado los zapatos y las medias y ahora me picoteaba los pies. Siempre tiraba un picotazo, volaba en círculos inquietos alrededor y luego proseguía su obra. Pasó un señor, nos miró un rato y me preguntó por qué toleraba yo al buitre.
-Estoy indefenso –le dije-, vino y empezó a picotearme, yo le quise espantar y hasta pensé retorcerle el pescuezo, pero estos animales son muy fuertes y quería saltarme a la cara. Preferí sacrificar los pies: ahora están casi hechos pedazos.
-No se deje atormentar –dijo el señor-, un tiro y el buitre se acabó.
-¿Le parece? –pregunté-, ¿quiere encargarse usted del asunto?
-Encantado –dijo el señor-; no tengo más que ir a casa a buscar el fusil ¿Puede usted esperar media hora más?
-No sé –le respondí, y por un instante me quedé rígido de dolor; después añadí-: por favor, pruebe de todos modos.
-Bueno –dijo el señor-, voy a apurarme.
El buitre había escuchado tranquilamente nuestro diálogo y había dejado errar la mirada entre el señor y yo. Ahora vi que había comprendido todo: voló un poco, retrocedió para lograr el ímpetu necesario y como un atleta que arroja la jabalina encajó el pico en mi boca, profundamente. Al caer de espaldas sentí como una liberación; que en mi sangre, que colmaba todas las profundidades y que inundaba todas las riberas, el buitre irreparablemente se ahogaba.

martes, 30 de octubre de 2018

lunes, 29 de octubre de 2018

domingo, 28 de octubre de 2018

sábado, 27 de octubre de 2018

jueves, 25 de octubre de 2018

El libro/fragata

There is no Frigate like a Book

By Emily Dickinson


There is no Frigate like a Book
To take us Lands away
Nor any Coursers like a Page
Of prancing Poetry –
This Traverse may the poorest take
Without oppress of Toll –
How frugal is the Chariot
That bears the Human Soul –

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No hay fragata como un libro
que nos lleve a lejanías,
ni corcel de altivo trote 
como la hoja de poesía. 
Viaje que el más pobre toma 
sin obligación de paga, 
¡cuán frugal es el carruaje 
portador del alma humana!

                                                   

Autor antiintelectual


miércoles, 24 de octubre de 2018

domingo, 21 de octubre de 2018

sábado, 20 de octubre de 2018

jueves, 18 de octubre de 2018

lunes, 15 de octubre de 2018

Cuento de los hermanos Grimm

 La serpiente blanca

Hace ya de esto mucho tiempo, he aquí que vivía un rey, famoso en todo el país por su sabiduría. Nada le era oculto; diríase que por el aire le llegaban noticias de las cosas más recónditas y secretas. Tenía, empero, una singular costumbre. Cada mediodía, una vez retirada la mesa y cuando nadie hallaba presente, un criado de confianza le servía un plato más. Estaba tapado, y nadie sabía lo que contenía, ni el mismo servidor, pues el Rey no lo descubría ni comía de él hasta encontrarse completamente solo. Las cosas siguieron así durante mucho tiempo, cuando un día picole al criado una curiosidad irresistible y se llevó la fuente a su habitación. Cerrado que hubo la puerta con todo cuidado, levantó la tapadera y vio que en la bandeja había una serpiente blanca. No pudo reprimir el antojo de probarla; cortó un pedacito y se lo llevó a la boca. Apenas lo hubo tocado con la lengua, oyó un extraño susurro de melódicas voces que venía de la ventana; al acercarse y prestar oído, observó que eran gorriones que hablaban entre sí, contándose mil cosas que vieran en campos y bosques. Al comer aquel pedacito de serpiente había recibido el don de entender el lenguaje de los animales.
 Sucedió que aquel mismo día se extravió la sortija más hermosa de la Reina, y la sospecha recayó sobre el fiel servidor que tenía acceso a todas las habitaciones. El Rey le mandó comparecer ante su presencia, y, en los términos más duros, le amenazó con que, si para el día siguiente no lograba descubrir al ladrón, se le tendría por tal y sería ajusticiado. De nada sirvió al leal criado protestar de su inocencia, el Rey lo hizo salir sin retirar su amenaza. Lleno de temor y congoja, bajó al patio, siempre cavilando sobre la manera de salir del apuro, cuando observó tres patos que se solazaban tranquilamente en el arroyo, alisándose las plumas con el pico y sosteniendo una animada conversación. El criado se detuvo a escucharlos. Se relataban dónde habían pasado la mañana y lo que habían encontrado para comer. Uno de ellos dijo malhumorado: "Siento un peso en el estómago; con las prisas me he tragado una gruesa sortija que estaba al pie de la ventana de la reina." Sin pensarlo dos veces, el criado agarró al ave del cuello y la llevó a la cocina: "Mata éste, que ya está bastante cebado", dijo al cocinero que asintió al punto: "Dices verdad" -exclamó mientras sopesaba el pato- "se ha dado buena maña en engordar y está pidiendo que lo pongan ya en el asador." Le cercenó el cuello y, al vaciarlo, apareció en la boca del estómago, el anillo de la reina. Fácil le fue al criado probar al Rey su inocencia, y, queriendo éste reparar su injusticia, ofreció a su servidor la gracia que él eligiera, prometiendo darle un cargo elevado en la Corte.
 El criado declinó dicho honor y se limitó a pedir un caballo y dinero para un viaje, pues deseaba ver mundo y pasarse un tiempo recorriéndole. Otorgada su petición, se puso en camino. Un buen día llegó junto a un estanque, donde observó tres peces que habían quedado aprisionados entre las cañas y pugnaban, jadeantes, por volver al agua. Digan lo que digan de que los peces son mudos, lo cierto es que el hombre entendió muy bien las quejas de aquellos animales que se lamentaban de verse condenados a una muerte tan miserable. Siendo, como era, de corazón compasivo, se apeó y devolvió los tres peces al agua. Dando coletazos de alegría y asomando las cabezas, le dijeron: "Nos acordaremos de que nos salvaste la vida, y ocasión tendremos de pagártelo." 
Siguió el mozo cabalgando y al cabo de un rato, creyó oír una vocecita procedente de la arena, a sus pies. Aguzando el oído, diose cuenta de que era un rey de las hormigas que se quejaba: "¡Si al menos esos hombres, con sus torpes animales, nos dejaran tranquilas! Tu caballo estúpido, con sus pesados cascos, está aplastando sin compasión a mis gentes." El jinete torció hacia un camino que evadía la hilera de hormigas y el rey de los insectos rojos le gritó: "¡Nos acordaremos de ti y te lo pagaremos!" La ruta lo condujo a un bosque, y allí vio una pareja de cuervos que, al borde de su nido, arrojaban de él a sus hijos: "¡Fuera de aquí, truhanes!" les gritaban, "no podemos seguir dándoles comida; ya tienen edad para buscar su pitanza." Las cuervitos brincaban en el suelo, agitando sus  alitas y lloriqueando: "¡Infelices de nosotros, desvalidos, que hemos de buscarnos la comida y todavía no sabemos volar! ¿Qué vamos a hacer sino morirnos de hambre?" Apeóse el mozo, mató al caballo de un sablazo y dejó su cuerpo para pasto de los pequeños cuervos, los cuales lanzáronse a saltos sobre la presa y, una vez hartos, dijeron a su bienhechor: "¡Nos acordaremos de ti y te lo pagaremos!"
 El criado hubo de proseguir su ruta a pie, y, al cabo de muchas horas, llegó a una gran ciudad. Las calles rebullían de gente, y se observaba una gran excitación, cuando apareció un pregonero montado a caballo, haciendo saber que la hija del rey buscaba esposo. Quien se atreviese a pretenderla debía, empero, realizar una difícil hazaña: si la cumplía recibiría la mano de la princesa; pero si fracasaba, perdería la vida. Eran muchos los que lo habían intentado ya; mas habían perecido en la empresa. El joven vio a la princesa y quedó de tal modo deslumbrado por su hermosura, que, desafiando todo peligro, presentose ante el Rey a pedir la mano de su hija.
 Lo condujeron mar adentro, y en su presencia arrojaron al fondo un anillo. El Rey le mandó que recuperase la joya, y añadió: "Si vuelves sin ella, serás precipitado al mar hasta que mueras ahogado." Todos los presentes se compadecían del apuesto mozo, a quien dejaron solo en la playa. El joven se quedó allí, pensando en la manera de salir de su apuro. De pronto vio tres peces que se le acercaban juntos, y que no eran sino aquellos que él había salvado. El que venía en medio llevaba en la boca una concha, que depositó en la playa, a los pies del joven. Éste la recogió para abrirla, y en su interior apareció el anillo de oro. Saltando de contento, corrió a llevarlo al rey, con la esperanza de que se le concediese la prometida recompensa. Pero la soberbia princesa, al saber que su pretendiente era de linaje inferior, lo rechazó, exigiéndole la realización de un nuevo trabajo. Salió al jardín, y esparció entre la hierba diez sacos llenos de mijo: "Mañana, antes de que salga el sol, debes haberlo recogido todo, sin que falte un grano." Sentóse el doncel en el jardín y se puso a cavilar sobre el modo de cumplir aquel mandato. Pero no se le ocurría nada, y se puso muy triste al pensar que a la mañana siguiente sería conducido al patíbulo. Pero cuando los primeros rayos del sol iluminaron el jardín. ¡Qué era aquello que veía! ¡Los diez estaban completamente llenos y bien alineados, sin que faltase un grano de mijo! Por la noche había acudido el rey de las hormigas con sus miles y miles de súbditos, y los agradecidos animalitos habían recogido el mijo con gran diligencia, y lo habían depositado en los sacos. Bajó la princesa en persona al jardín y pudo ver con asombro que el joven había salido con bien de la prueba. Pero su corazón orgulloso no estaba aplacado aún, y dijo: "Aunque haya realizado los dos trabajos, no será mi esposo hasta que me traiga una manzana del Árbol de la Vida." El pretendiente ignoraba dónde crecía aquel árbol. Púsose en camino, dispuesto a no detenerse mientras lo sostuviesen las piernas, aunque no abrigaba esperanza alguna de encontrar lo que buscaba. Cuando hubo recorrido ya tres reinos, un atardecer llegó a un bosque y se tendió a dormir debajo de un árbol; de súbito, oyó un rumor entre las ramas, al tiempo que una manzana de oro le caía en la mano. Un instante después bajaron volando tres cuervos, que, posándose sobre sus rodillas, le dijeron: "Somos aquellos cuervos pequeños que salvaste de morir de hambre. Cuando, ya crecidos, supimos que andabas en busca de la manzana de oro, cruzamos el mar volando y llegamos hasta el confín del mundo, donde crece el Árbol de la Vida, para traerte la fruta." Loco de contento, reemprendió el mozo el camino de regreso para llevar la manzana de oro a la princesa, la cual no puso ya más dilaciones. Partiéronse la manzana de la vida y se la comieron juntos. Entonces encendióse en el corazón de la doncella un gran amor por su prometido, y vivieron felices hasta una edad muy avanzada.

domingo, 14 de octubre de 2018

sábado, 13 de octubre de 2018

jueves, 11 de octubre de 2018

miércoles, 10 de octubre de 2018

TPTT


Idioma

Admirose un portugués
de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supiesen hablar francés.
"Arte diabólica es"
-dijo, torciendo el mostacho-,
"que para hablar en gabacho
un fidalgo en Portugal
llega a viejo, y lo habla mal;
y aquí lo parla un muchacho".

-Nicolás Fernández de Moratín

Puerto

martes, 9 de octubre de 2018

lunes, 8 de octubre de 2018

domingo, 7 de octubre de 2018

viernes, 5 de octubre de 2018

Findesemanía otoñoctubreando despacito

Es viernes y don Venus lo sabe


Albricias


Estación

Tan, tan 

Tan, tan.
¿Quién es?                                                          
El Otoño otra vez.
¿Qué quiere el Otoño?
El frescor de tu sien.
No te lo quiero dar.
Yo te lo quiero quitar.

Tan, tan.
¿Quién es? 
El Otoño otra vez. 


-Federico García Lorca

Para sobreexcitar conspiranoicos

Ciberespionaje ruso a escala global

-El País/ Isabel Ferrer, Rafa de Miguel y Antonia Laborde / La Haya / 4 oct 2018  
Occidente ha lanzado este jueves una ofensiva contra el espionaje ruso, al que
responsabiliza de una oleada de ciberataques a escala global que persigue desestabilizar a los países atacados. Holanda denunció que los servicios secretos militares del Kremlin (GRU) intentaron sin éxito penetrar en el sistema informático de la Organización contra la Proliferación de las Armas Químicas en La Haya, mientras EE UU acusó a siete supuestos espías rusos de piratear firmas de control de dopaje. El Gobierno británico señaló al GRU como autor de múltiples ciberataques lanzados entre 2015 y 2017.

La contraofensiva occidental empezó con la denuncia de las autoridades británicas. En cuestión de horas se sumaron las holandesas y las estadounidenses. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha instado este jueves a Rusia a cesar en su comportamiento "temerario" y ha reclamado a Moscú que abandone "el uso de la fuerza contra sus vecinos", los intentos de interferir en procesos electorales de otros Estados y las "campañas de desinformación generalizadas", informa Lluís Pellicer desde Bruselas. El Kremlin acusó en respuesta a Holanda de participar en una "campaña propagandística" contra Rusia y le reprochó haber esperado casi seis meses para informar de la expulsión de cuatro rusos con el fin de influir en la sesión de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) que comienza el próximo martes, informa Pilar Bonet desde Moscú.

Los servicios secretos holandeses han develado este jueves los pormenores de una operación de contraespionaje llevada a cabo entre el 11 y el 13 del pasado abril, y que permitió desbaratar, con ayuda del Reino Unido, un ataque informático dirigido contra la OPAQ. Los autores del asalto son cuatro espías militares rusos, que trataron de introducirse en la red de comunicaciones del organismo con sede en La Haya. En ese momento, sus expertos investigaban la naturaleza de las sustancias utilizadas en dos supuestos ataques con armas químicas: el perpetrado ese mismo mes contra la ciudad siria de Duma, y el sufrido en marzo por el exespía ruso Serguéi Skripal y su hija, Yulia, en la ciudad británica de Salisbury. Los agentes rusos formaban parte del Departamento Central de Inteligencia ruso conocido por sus siglas como GRU ( Glavnoye Razvedyvatel'noye Upravleniye ) y fueron expulsados.

 "Se trataba de una operación de contraespionaje, y hemos creído que sería más efectivo hacerla pública que arrestarles. Queremos demostrar que ni nosotros, ni nuestros aliados, toleraremos este tipo de agresiones", ha dicho Ank Bijleveld-Schouten, ministra holandesa de Defensa, en una rueda de prensa insólita. La acompañaba el general Onno Eichelsheim, jefe de los servicios secretos militares del país, una figura que no suele compartir en público detalles de su trabajo. Esta vez, sin embargo, ha dado los nombres y apellidos de los agentes deportados: Aleksei Morenets, Evgenii Serebriakov, Oleg Sotnikov y Alexei Minin.

 El cuarteto llegó a Holanda con pasaporte diplomático el pasado 10 de abril, y hasta el día 13, momento en que fueron interceptados, prepararon e intentaron un ataque cibernético contra la OPAQ. Las declaraciones del general holandés permiten reconstruir lo ocurrido casi al minuto. Dada su relación con el espionaje ruso, los viajeros fueron seguidos por el contraespionaje holandés desde que llegaron al aeropuerto de Ámsterdam (Schiphol). "Les recibió un funcionario de la embajada rusa y luego se instalaron en el hotel contiguo a la OPAQ. En las fotos tomadas por nuestros agentes, se les puede ver junto a la sede de este organismo. El día 13, pasaron a la acción, y estacionaron un auto Citroën C3 junto a la reja de hierro que separa ambos edificios", según Eichelsheim. Durante la jornada, la OPAQ "tuvo problemas en sus redes informáticas internas, aunque no llegaron a ser infectadas".

 Una vez comprobada la situación, las autoridades holandesas detuvieron a los cuatro ciudadanos rusos. Al abrir la cajuela del auto, estratégicamente estacionado, "vimos que había dentro una batería para alimentar las computadoras y demás aparatos utilizados para perpetrar el ataque; también varias antenas". Y además: "intentaron destruir sus teléfonos celulares, pero sin éxito", sigue el militar holandés. Llevaban asimismo 20 mil euros y otros 20 mil dólares en efectivo, "cifras que no suelen encajar con unas vacaciones". En la laptop de Serebriakov, "había datos que indicaban un intento de asalto a la oficina de la Fiscalía General del Estado de Malasia, y de la policía, que colaboran en la investigación internacional sobre la catástrofe aérea del vuelo MH17 ".

 Con la expulsión de Holanda se frustró un viaje posterior, a Suiza. Estaba previsto para el pasado 17 de abril "cuando un laboratorio de dicho país analizaba, a instancias de la OPAQ, una serie de sustancias químicas", ha asegurado Eichelsheim. ¿Iban detrás del gas nervioso usado en el envenenamiento de los Skripal?, le han preguntado. "Nunca se sabe", ha contestado, en su lugar, Peter Wilson, embajador británico en Holanda. "Pero Serguéi Lavrov, ministro ruso de Exteriores, indicó otro producto químico, y no el Novichok, señalado por nuestros investigadores, y luego confirmado por la OPAQ. Esta organización nunca revela el nombre de los laboratorios con los que opera para mantener su independencia, pero Lavrov sabía cuál era". El diplomático ha calificado de "intolerable el cibercrimen", y ha saludado la colaboración internacional en su lucha contra este delito.

miércoles, 3 de octubre de 2018

martes, 2 de octubre de 2018