martes, 31 de enero de 2012
Newt y Mitt dixit
Don Étimo y las Meninas o misniñas
Estética con matiz
-Fernando Savater en Defectos especiales, 30 ene 2012, El País
De cobertura
Felipito interpelado en Guadalajara
¿En dónde reside la trampa del estilo retórico perdonavidas de felipito? Amén de contar con el micrófono y con un público palero que le permite ningunear al interlocutor: "tú puedes vociferar", el truco consiste en dividir, una y otra vez, la guerra contra el narco en una guerra de buenos contra malos: el gobierno bueno contra ellos, "los criminales". Así, sin matices. ¿Y cuando la PFP, la Marina y el Ejército son los que violan los derechos humanos? ¿Y cuando las mismas policías son las que levantan, torturan y desaparecen ciudadanos? ¿Y cuando los militares altamente capacitados van y vienen del mundo del narcotráfico: siguen siendo de los buenos? No sólo debió preguntar Tonatiuh Moreno cuándo termina la guerra de felipito (porque felipito fanfarrón jamás vivirá en Guadalajara como cualquier hijo de vecino, sino que saldrá del país oculto en una nube de gururas, con la cola entre las patas), debió inquirir por qué el panista improvisó una guerra que jamás anunció en campaña (él sería el 'presidente del empleo' no de la sangre), sin plan de inteligencia, sin estrategia militar, sin conocimiento del terreno ni de la capacidad de respuesta de los narcos. Felipito por tanto, ha de admitir que se lanzó a tontas y locas únicamente para legitimarse políticamente en el 2006; ha de admitir que se sacó de la manga al Ejército para nivelar su pobre imagen de autoridad y su grisura como líder. Lo de menos era el tráfico de drogas. Ya va a concluir el sexenio: ¿Ganó? ¿Perdió?¿Empató? Nunca se sabrá porque jamás el gobierno ha sido transparente con la información de la PFP, el Ejército y la Marina. Por ende, no hay manera alguna de evaluar nada.
El empresario de animación, Tonatiuh Moreno cuestionó al presidente, fuera de protocolo, pero con preguntas pertinentes.
lunes, 30 de enero de 2012
Calidez
Maestro del expresionismo abstracto, Matta sitúa en el centro de la composición,
el ombligo (acariciable, sobable, besable) que irradia calidez, color tibio hacia la fría periferia de conexiones nerviosas agitadas por aproximarse, conectarse al centro, a lo que quedó de la conexión con el todo útero, la fuente nutricia del cariiño.
domingo, 29 de enero de 2012
Indignación a flor de piel
sábado, 28 de enero de 2012
Anticuerpos del Sistema: Nazar (*) 1924-2012
Miguel Nazar Haro nació en Pánuco, Veracruz el 26 de septiembre de 1924. Estudió la secundaria en una escuela católica, el Instituto Potosino de San Luis Potosí. Acabó el bachillerato y se quedó en los primeros estudios de medicina y leyes.
En 1950 ingresó al entonces Servicio Secreto de la Policía del DF. Tres años antes había sido creada la Dirección Federal de Seguridad, la policía política del régimen priísta con la que tanto se identificó.
Su primera tarea fue infiltrar a la oposición. Lo hizo en 1952 durante la campaña presidencial del general Miguel Henríquez Guzmán que compitió contra el candidato oficial, Adolfo Ruiz Cortines.
Nazar estableció una estrecha relación con el gobierno de Estados Unidos, que lo capacitó en The Institute for Law Enforcement Admnistration (ILEA). En 1960 se incorporó a la DFS y fue asignado a la seguridad de los padres del entonces secretario de Gobernación, Gustavo Díaz Ordaz. La DFS formaba parte de la estructura de la Secretaría de Gobernación.
En 1965, con Díaz Ordaz en la Presidencia de la República, el entonces director de la DFS, el capitán Fernando Gutiérrez Barrios le dio la encomienda de infiltrar los movimientos subversivos. Luis Echeverría Álvarez estaba en Gobernación.
En 1970 fue designado subdirector de la DFS y responsable del “grupo especial” de la policía política, ya en el gobierno de Echeverría. En 1976 ese grupo especial se convirtió en la Brigada Blanca, una fuerza de más de cien efectivos de distintas corporaciones policiales y militares para “combatir” a los grupos subversivos, urbanos y rurales, surgidos tras las matanzas estudiantiles de 1968 y 1971.
En 1978 ya en el gobierno de José López Portillo, asumió la dirección de la DFS. Fueron sus años de máximo esplendor como policía del régimen. Ahí permaneció hasta enero de 1982, tres años antes de que la corporación desapareciera derruida por el narcotráfico y la corrupción.
Hoy en día, más que el ineficaz Genaro García Luna, el heredero de Nazar en cuanto a conocimiento de los pasadizos secretos y subterráneos del sistema político mexicano es Manlio Fabio Beltrones, también pupilo de Fernando Gutiérez Barrios (quien padeció secuestro y ordenó que no interviniese en su rescate ninguna de las policías: solamente Nazar Haro que lo rescató en cuestión de días).
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(*) Nazar -del hebreo nazer, 'corona' (de flores). De ahí también Nazario, Nazareno, Nassar.
viernes, 27 de enero de 2012
De cardenales y otras aves
Haiku-ku
El Concordia de la discordia
"La noche del 14 de abril de 1912, 99 años y nueve meses antes de que el Costa Concordia se abriese el casco en un escollo de la isla toscana del Giglio, el Titanic se hundió en el Atlántico Norte llevándose a 1, 503 personas. El abandono del barco fue desastroso. El capitán Edward Smith, que pese a 34 años de experiencia profesional se comportó más como torpe gerente de un hotel de lujo que como marino, tardó 25 minutos en lanzar el primer SOS. Además, retrasó la orden de abandonar el barco, disimulando esta de modo que la mayor parte de los pasajeros no advirtió el peligro hasta que fue demasiado tarde. Después, la falta de botes salvavidas, el mar bajo cero y los 25 minutos perdidos en la llegada del primer barco que acudió en su auxilio, remataron la tragedia.
Cuatro semanas más tarde, en un artículo memorable publicado en The English Rewiew, Joseph Conrad confrontaba el final del Titanic con el hundimiento, reciente en aquellas fechas, del Douro: un barco más pequeño pero con proporción similar de pasajeros. El Titanic se había hundido despacio, entre el desconcierto y la incompetencia de capitán y tripulantes, mientras que en el Douro, que se fue a pique en pocos minutos, la dotación completa de capitán a mayordomo, menos el oficial al mando de los botes salvavidas y dos marineros para gobernar cada uno, se hundió con el barco, sin rechistar, después de poner a salvo a todo el pasaje. Pero es que el Douro, concluía Conrad, era un barco de verdad, tripulado por marinos profesionales y bien mandados que no perdieron la humanidad ni la sangre fría. No un monstruoso hotel flotante lanzado a 21 nudos de velocidad por un mar con icebergs, atendido por seis centenares de pobres diablos entre mozos, doncellas, músicos, animadores, cocineros y camareros.
Escrito hace un siglo, el comentario conradiano podría aplicarse casi de modo literal al desastre del Costa Concordia. Pese al tiempo y los avances técnicos que median entre uno y otro barco, muchas son las lecciones no aprendidas, las arrogancias culpables y las incompetencias evidentes para cualquier marino, aunque no siempre para los armadores e ingenieros navales: desmesura en los grandes cruceros, escasa preparación de tripulaciones, fe ciega y suicida en la tecnología, o competencia profesional de los capitanes y oficiales al mando. En este último aspecto, ciertos detalles en el comportamiento del capitán del Costa Concordia, Francesco Schettino, quizá merezcan considerarse.
Todo capitán de barco tiene dos deberes inexcusables: gobernar su nave con seguridad y destreza y, en caso de incidente o naufragio, procurar el salvamento de pasaje, tripulación, carga y, a ser posible, del barco mismo. Esa es la razón de que, en otros tiempos, un capitán pundonoroso se hundiese a veces con el barco, pues su presencia a bordo era garantía de que todo se había procurado hasta el último instante. Y así, a un capitán capaz de gobernar bien un barco y asegurar en caso de incidente o tragedia la mayor parte posible de vidas y bienes, se le considera, hoy como ayer, un marino competente.
Al llamar a su armador dejó de ser un capitán. Era un pobre hombre que pedía instrucciones. En la varada del Costa Concordia, en mi opinión, el concepto de incompetencia se ha manejado con cierta ligereza. No creo que el capitán Schettino fuese un incompetente. Treinta años de experiencia y una óptima calificación profesional lo llevaron al puente del crucero. Hacía una ruta conocida, y la maniobra de acercarse a tierra es común en esa clase de viajes. Además, una vez producida la vía de agua casi en la aleta de babor —lo que significaría que ya estaban metiendo a estribor para evitar el peligro—, la maniobra de largar anclas a fin de que, con las máquinas anegadas y fuera de servicio, el barco bornease 180° con su último impulso para acercar el costado a tierra y no hundirse en aguas profundas, parece impecablemente marinera y propia de buenos reflejos. El exceso de confianza, una mirada superficial a los instrumentos, pulsar dos veces una tecla en lugar de hacerlo tres, pudieron bastar, a 16 nudos y en tan poca sonda, con una mole de 17 pisos y 114, 500 toneladas, para que del error al desastre transcurriesen pocos segundos. Ningún marino veterano puede afirmar que jamás cometió un error de navegación o maniobra; aunque este no tuviera consecuencias, o estas no sean las mismas en aguas libres de peligros que en un paso estrecho, en la noche, la niebla o el mal tiempo, con una piedra o una restinga* cerca; o, como en el caso del Costa Concordia, a sólo un cable de la costa.
En los casos mencionados, incluso aplicando al capitán de una nave todo el rigor legal que merezca su error, es posible comprender la tragedia del marino. Simpatizar con él pese a su desgracia. Pero lo que sitúa a cualquier capitán lejos de cualquier simpatía posible es su incompetencia o cobardía a la hora de afrontar las consecuencias del error o la mala suerte. Una desgracia puede ser azar, pero no encararla con dignidad es vileza. Si un capitán está para algo, es sobre todo para cuando las cosas van mal a bordo. Ahí un marino es, o no es. Y Francesco Schettino demostró que no lo era. Escapar a su deber y su conciencia fue una cobardía inexcusable, que en tiempos menos políticamente correctos, frente a un tribunal naval de los de antes, lo habría llevado a la soga de una horca.
Schettino abandonó su barco porque ya no era suyo. Porque, en realidad, no lo había sido nunca. Tengo una impresión personal sobre eso. Con el auge de las comunicaciones fáciles vía Internet y telefonía móvil, la responsabilidad de un marino se diluye en aspectos ajenos al mar y sus problemas inmediatos. El oficial del Costa Concordia que fue a comprobar cuánta agua entraba en la sala de máquinas informó repetidas veces al puente, y no obtuvo respuesta porque el capitán estaba ocupado con el teléfono. De hecho, buena parte de los 45 minutos transcurridos entre el momento de la varada (21.58), las mentiras a la autoridad marítima de Livorno (22.10) y la confesión final de que había una vía de agua (22.43), así como el cuarto de hora siguiente, hasta que sonaron las siete pitadas cortas y una larga para abandonar el buque (22.58), Schettino los pasó hablando por teléfono con el director marítimo de Costa Crociere. Dicho de otra forma: en vez de ocuparse del salvamento de pasajeros y tripulantes, el capitán del Costa Concordia estuvo con el móvil pegado a la oreja, pidiendo instrucciones a su empresa.
Mi conclusión es que el capitán Schettino no ejercía el mando de su barco aquella noche. Cuando llamó a su armador dejó de ser un capitán y se convirtió en un pobre hombre que pedía instrucciones. Y es que las modernas comunicaciones hacen ya imposible la iniciativa de quienes están sobre el terreno, incluso en cuestiones de urgencia. Ni siquiera un militar que tenga en el punto de mira a un talibán que le dispara, o a un pirata somalí con rehenes, se atreverá a apretar el gatillo hasta que no reciba el visto bueno de un ministro de Defensa que está en un despacho a miles de kilómetros. El capitán Schettino era patéticamente consciente aquella noche de que el tiempo de los marinos que tomaban decisiones y asumían la responsabilidad se extinguió hace mucho, y de que las cosas no dependían de él sino de innumerables cautelas empresariales: cuidado con no alarmar al pasaje, ojo con la reacción de las aseguradoras, con el departamento de relaciones públicas, con el director o el consejero ilocalizables esa noche. Mientras tanto, seguía entrando agua, y lo que en hombres de otro temple habría sido un “váyanse al diablo, voy a ocuparme de mi barco”, en el caso del capitán sumiso, propio de estos tiempos hipercomunicados y protocolarizados, no fue sino indecisión y vileza. Además de porque era un cobarde, Schettino abandonó su barco porque ya no era suyo. Porque, en realidad, no lo había sido nunca.
Sé que puede hacerse una objeción comparativa a esta hipótesis, y que precisamente es de índole histórica: el capitán del Titanic también se comportó con extrema incompetencia en el abandono de la nave, y su pasividad tuvo relación directa con la muerte de millar y medio de pasajeros; sin embargo, Edward Smith no tenía teléfono móvil. En 1912 solo había telegrafía de punto-raya en los barcos. Eso permitiría suponer que, en ese caso, las decisiones erróneas sí fueron suyas. Quizá lo fueran, desde luego; nada es simple en el mar ni en la tierra. Pero no por falta de comunicación directa con sus armadores de la White Star. La noche del iceberg y la tragedia, a bordo del Titanic viajaba el presidente de la compañía naviera. Que estuvo en el puente y sobrevivió ocupando un lugar libre en los botes. "
-Arturo Pérez-Reverte
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restinga-punta o lengua de arena o piedra debajo del agua y a poca profundidad
Monstruo verde
Iago - O, beware, my lord, of jealousy! / It is the green-eyed monster which doth mock / The meat it feeds on
Yago (aconseja con malicia a Otelo)- Oh, mi señor, ¡cuidado con los celos!/ Son el monstruo de ojos verdes que se burla/ de la carne con que se nutre
Al parecer Shakespeare recuerda los ojos verdes de los gatos que juegan con su presa antes de devorarla (mock the meat they feed on); o bien, lo verde que significa inmadurez, incapacidad de manejar -sin formas (auto)destructivas- la pasión amorosa; verde incluso es el color de la piel enfermiza, intoxicada; como verde es el agua estancada, pútrida, o la mala sangre en una crisis de celos; sin mencionar las pocas pulgas verdes del Hulk. Y en la era de los pupilentes de colores, más vale que los ojos verdes sean mero artificio decorativo.
jueves, 26 de enero de 2012
Se acabó el rollo
(amplíese el recuadro cronológico)
miércoles, 25 de enero de 2012
Chofer
Observo por el espejo retrovisor un zancudillo zumbando en la parte trasera de mi auto, mientras aguardo a que se reanude la vialidad: estoy atrapado en un embotellamiento (autos como botellas apretujadas en una cava) muy cerca de la glorieta de La Minerva. El zancudillo picotea el vidrio trasero en pos de una salida de emergencia. A mi memoria acude el angustiado Michael Douglas de la película Falling Down. El conductor a mi lado, a bordo de un Mercedes, busca desesperado el moco ¿de oro? que perdió en su nariz. Viene ahora a mi mente la imagen de Marcello Mastroianni en el comienzo de 8 1/2 (Otto e mezzo, llamada así, porque hasta entonces, Federico Fellini llevaba filmadas 8 películas y un cortometraje). Ah, pero, ¡qué diferencia entre Schumacher y Fellini! Elijo la salida del segundo: se me antoja volar, como el zancudillo, por encima de La Minerva para ir a sentarme más adelante, en Los Arcos y contar los autos de color rojo.
FreuDJ
Luego de la fase infinita de preguntasponencia y esbozo de respuestas, abandoné el local espartano -frías mesas y sillas metálicas- ya entrada la noche. Nunca supe si la chava organizadora de sonrisa permanente y relajada (¿andaba pacheca?) era chava, caray. En fin, me despedí de beso. Ella/él olía a cigarro. Mientras me entregaban el auto, a la luz de la caseta del valet parking, leí en el folleto de invitación a la Teoría Queer:
"Freud plantea que el sujeto está dividido, y que la clave del nudo humano es la falta, la carencia, la castración simbólica. Esto es lo que nos constituye como sujetos en un mundo de deseos inconscientes ligados a signos. De ahí que la noción de satisfacción sea tan problemática".
I can't get No Satisfaction! Escarbé en mis bolsillos en busca de cambio para propina. "¿Nos acompaña?" (ya casi nadie me habla de tú ¿Ventajas o desventajas de la edad?) "vamos al Angel's, estará el DJ... (no logro captar el nombre)", dice el vozarrón de una mujerona en mini de piernas interminables y al parecer inmunes al frío. "Me gustaría, pero mañana tengo un desayuno" -me disculpo, pero nadie me creyó-, "gracias". Con culpa, trepé en mi auto y enfilé rumbo a casa dispuesto a terminar de leer el documento que nos entregaron al final del debate, a resguardo del frío y del titubeo social.
"Nos constituimos en seres de cultura en cuanto ésta ejerce una represión y nos obliga a renunciar a la felicidad absoluta y a la reconciliación total, a la completud (plenitud) . Los seres humanos jamás nos reponemos de sabernos incompletos, castrados, ni tampoco de las heridas narcisistas que nos infligen las renuncias impuestas por la cultura. No aceptamos la realidad -que somos seres escindidos y que nos vamos a morir- y deseamos lo imposible: la completud y la inmortalidad. Realidad soportable sólo mediante la cultura ".
¡Cuánta claridad! ¿Debería estar bailando en el Angel's?
Otra invitación al ateísmo
-Dorothy Parker
De arquitectuya
Santo y Seña
La avenida Tolsa (por más que insistan con su Enrique Díaz de León Negro) se llama así no por Manuel Tolsá Sarrión (Valencia, 1757), el famoso arquitecto del Cabañas, sino por un general retirado de apellido Tolsa cuya mansión se encontraba justo sobre dicha avenida. No se pierdan.
martes, 24 de enero de 2012
lunes, 23 de enero de 2012
domingo, 22 de enero de 2012
¿Qué hubiera pasado si...?
Lev Davidovich Bronstein (a) Trotsky hubiese sido coreógrafo, mientras que Iosif Vissarionovich Dzhugashvili (a) Stalin hubiese sido escenógrafo del Lago de los Soviets y ninguno habría tenido necesidad de usar seudónimo, ninguno hubiese sido condenado por la Historia y el Zar les hubiese regalado a cada uno en leotardo, un huevo de Fabergé.
Monstruoso por mediocre y viceversa
sábado, 21 de enero de 2012
SOPAs!
La protesta contra dicha ley (en España se intenta lo mismo con la Ley Sinde, apellido de la ex-ministra de cultura) es que la ambigüedad de su propuesta y la amplitud de su jurisdicción destruiría Internet tal como se conoce hoy: un sistema donde fluye información sin censura y sin trabas autoritarias. Es decir que a propósito de los derechos de autor se censurarían los derechos de libre circulación de las ideas, de las imágenes, de la cultura en suma.
Desde esta blogonave se extraen 3 conclusiones 3 preliminares:
a) es mil veces preferible el exceso a la censura
b) los autores (sobre todo de música pop) ya son archimillonarios en dólares por otras vías como conciertos, TV comercial, DVDs y CDs. Pero al parecer no tienen llenadera e insisten en que nomás haya de una sola SOPA: la de su cuenta bancaria.
c) crear un medio infinito como internet para luego buscar que no sea ni infinito ni inter (conectar) ni net (red) es un contrasentido tecnológico. Tanto como intentar sumprimir la TV por cable para retornar a la TV con antena de orejas de conejo.
Fin de sexenio: año electoral/ George Carlin
Matiz: ¿de veras nuestro solo voto crea la clase política?
viernes, 20 de enero de 2012
¿A dónde voy a comer muy seguido?
jueves, 19 de enero de 2012
¡Oh terremoto mental!
Yo sentí un día en mi cráneo
como el caer subitáneo
de una Babel de cristal.
De Pascal miré al abismo,
y vi lo que pudo ver
cuando sintió Baudelaire
«el ala del idiotismo».
Hay, no obstante, que ser fuerte:
pasar todo precipicio
y ser vencedor del Vicio,
de la Locura y la Muerte.
-Rubén Darío
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Managua, 18 ene 2012.- Nicaragua celebró hoy con actos oficiales el 145 aniversario del natalicio del poeta Rubén Darío (1867-1916), conocido como Príncipe de las Letras Castellanas y Padre del Modernismo
miércoles, 18 de enero de 2012
Homenaje
-Pascal Bruckner en La paradoja del amor
(una reflexión actual sobre las pasiones)
2011, Ensayo, Tusquets