jueves, 7 de octubre de 2010

Retrasadísimo, merecidísimo premio


A propósito del escritor peruano galardonado, recomiendo con pasión de lector lujurioso, la novela histórica, La fiesta del Chivo, publicado por editorial Alfaguara (hay edición de bolsillo).
Rafael Leónidas Trujillo, dictador durante más de treinta años de Santo Domingo, poseía la lujuria del chivo, sobre todo con las jovencitas dominicanas, a grado tal de que incluso presionaba a los funcionarios de su gabinete para que le prestaran a sus hijas. El Chivo era pues, el apodo popular del dictador que, cuando fue asesinado en 1961, la República Dominicana lo celebró con una fiesta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

si ganara el PRI la presidencia de la República ¿tendría las condiciones para recrear la "dictadura perfecta"? ¿o cada vez más, es solo un lugar común, frase hecha, con asideros débiles, por fortuna? en vez de un aparato de poder depurado, el PRI se ha ido desgastando en un polo de negociantes del poder, con más elementos de mediocridad que de lucidez y muy poca congruencia.

Anónimo dijo...

que chafa resultó el invitado Jodorowski, la pura frivolidad y mediocridad. Este cristobalito ¿se dedica a cobrar por leer cartas de tarot y hacer cartas zodiacales? ¿o por qué el temita?