viernes, 29 de octubre de 2010

Ahí, pobremente

Descarta Cardenal vivir con lujos
Sandoval juega golf en el Country Club
Rebeca Herrejón, 'Mural', Guadalajara, 29 octubre 2010.- El Cardenal de la Arquidiócesis de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, negó vivir en la abundancia en su residencia de Tlaquepaque, aclaró en su columna editorial de El Semanario, órgano informativo diocesano.

Ingreso

La puntualización, señaló el purpurado, surge por las exageraciones que algunos (sin especificar quiénes), hacen sobre su forma de vida considerándola opulenta.
Sandoval Íñiguez indicó que la casa pertenece a la Arquidiócesis desde 1915, cuando fue adquirida por el Arzobispo Francisco Orozco y Jiménez, luego de que fuera despojado de la sede Arzobispal, ubicada en la actual Presidencia Municipal de Guadalajara.
La finca, escribió, estuvo abandonada desde la muerte de Orozco y Jiménez hasta 1936 y sólo recibió mantenimiento cuando llegó el Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo a Guadalajara, quien la remodeló e instaló la alberca.
"La mencionada residencia consta de dos cuartos para huéspedes, biblioteca y salón para juntas, cocina y un apartamento en donde vivo, y un sacerdote que me acompaña", señaló.
Capilla
Por lo amplio de la casa, refirió, tiene animales como perros de compañía y guardianes, guacamayas, pericos y un mono araña, que conforman lo que algunos consideran como fauna exótica.
Comedor
Agregó que hay tres ayudantes en su cocina, religiosas de la Congregación de Santa Margarita, oriundas de Michoacán, Jalisco y Zacatecas, quienes le preparan el desayuno "pueblerino", la única comida que hace en casa, pues sus actividades generalmente le llevan a espacios donde la comida y cena están incluidos.
Recibidor o sala de juntas
Además de ellas, sólo trabajan un chofer y un conserje (omitió cualquier referencia a sus numerosos guardaespaldas pagados por el gobierno del estado).
El purpurado añadió que no posee ningún bien mueble o inmueble de la Arquidiócesis, no tiene ni chequera ni tarjeta de crédito, y el único dinero que tiene es el salario que le corresponde, sin entrar en más detalles.
Gimnasio

"Lo que se me achaca por algunos mal intencionados o abiertamente enemigos, son calumnias y mentiras, aunque finalmente Dios todo lo juzgará, teniendo en cuenta que hay un octavo mandamiento que dice: 'No levantarás falsos testimonios ni mentirás' (cabe recordar que el cardenal aún no demuestra que no mintió, al sostener que tiene las pruebas sobre cuándo, dónde y con cuánto Ebrard maiceó a los once jueces de la Suprema Corte).
Alberca techada

6 comentarios:

Carlos G Garibay dijo...

Desconocía que a los clérigos les pagaran un salario...

Brujilda dijo...

¡Aguacatudo!

Estaría bueno que se fuera a vivir una temporadita, con la comunidad mixteca que está cerca de las vías del tren.

Ya que vive como un renunciante, el ir a rozarse con aquella abundancia y despilfrarro de mis paisanos, seguro le caería como un bálsamo para su alma bondadosa y para su maltratado cuerpo...

Anónimo dijo...

Pinche tipo asqueroso, ¿y la humildad? que acaso no Jesus dio esa primera señal de sacrificio.
Ese es nuestro Cavernal Sin Bozal.

Anónimo dijo...

Nooo, pus todo un proletario, el señor.

Y me encanta cómo expone el origen de su suntuosa morada ("No, la casa ya era un palacio desde principios del siglo XX; ya tenía alberca y todo -hasta electrodomésticos recientes y equipo de gimnasio nuevecito- cuando llegué a ocuparla humildemente, junto con mis guaruras, mis cocineras, mi chofer, mi conserje, mi secretario y mis mascotas que no se pueden comprar legalmente en México")

No sabía que hubiera agujas con ojos del tamaño de un túnel vehicular, o camellos tamaño pulga...

Anónimo dijo...

Lo mas bonito es la foto-mural de su gimnasio, digna de TODO UN NACO!!!!!

Anónimo dijo...

ya déjenlo, pbre pinche marrano depravado, ya bastante castigo tiene