miércoles, 30 de junio de 2021

martes, 29 de junio de 2021

lunes, 28 de junio de 2021

sábado, 26 de junio de 2021

Nuevo cártel

Trágica noticia: falleció el colega Antonio Helguera (1965-2021)

 
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rágica noticia: ayer en la noche falleció el colega caricaturista Antonio Helguera (1965-2021). 
Lo entrevisté en radio en varias ocasiones. Afable en su trato, dueño de un gran estilo, con una línea muy ágil, bien podría considerarse sucesor del magnífico Ernesto “el Chango” García Cabral (tuve la oportunidad de decírselo); y aun cuando él y yo no coincidimos en criterio político, su trato amable no variaba, pues sabía escuchar argumentos con mucha tranquilidad. En la mesa del 7 de diciembre de 2019 durante la Fil, debatimos sobre la creciente polarización del país. Mi opinión era que quien la azuzaba era el Presidente desde sus mañaneras; para ellos, sin embargo, la susodicha polarización ya existía mucho antes,... ¡desde la época prehispánica! El Fisgón cerró la discusión alegando que, con polarización o sin ella, el objetivo de la 4T era "acabar con el neoliberalismo”. Helguera afirmó con mucha calma que había votado por AMLO y que deseaba que le fuera bien al Presidente para que le fuera bien al país.
Ahora, visto el encuentro en perspectiva, es claro que, al margen de posturas políticas, lo relevante fue vernos, reunirnos y platicar sobre el placer de dibujar todos los días, sobre el tipo de lápices, plumillas y pinceles que usamos, sobre los colores y tipos de papeles, acerca del tipo de computadora, con qué horarios, a quién admirábamos como caricaturista político a nivel internacional, qué autores estábamos leyendo en ese momento... En fin, sobre nuestra vida dedicada a la caricatura política. Fue un gusto verlo como siempre (lo conocí en la CDMX, junto con Jis y Trino, en vías de fundarse el periódico 'La Jornada').
Descanse en paz el siempre joven colega Helguera.

jueves, 24 de junio de 2021

miércoles, 23 de junio de 2021

lunes, 21 de junio de 2021

A domicilio

¿"Normas" a mí?

Contra la ley y la máquina

-Jesús Silva-Herzog Márquez

El Presidente desprecia la Constitución por dos vías y nadie en su equipo levanta la voz para defenderla. Le molesta, por una parte, que le ponga límite. Que se invoquen derechos por encima de una voluntad que él considera incuestionable. Para él no hay más razón que la razón de la mayoría y esa razón le expresa, naturalmente, sólo él. También la desprecia como ingeniería, como el diseño de una máquina compleja que ha de ensamblar con cuidado sus distintas piezas. A la Constitución la desprecia como ley y como máquina. 

Hemos hablado con mucha frecuencia del desprecio normativo. Su convicción profunda es que los principios legales son un obstáculo. ¿Por qué habría de prevalecer una norma heredada a la decisión de la mayoría de hoy? Los jueces o las instituciones que aplican la ley y se apartan de su voluntad son enemigos de la democracia, instrumentos de siniestros intereses. Su idea de la democracia es profundamente antiliberal y, es por ello, inequívocamente anticonstitucional. No concibe justificación para que los derechos de una minoría puedan frenar una decisión mayoritaria. 

Pero el anticonstitucionalismo del régimen no es solamente normativo, es también mecánico. Hay un activo desprecio por el engranaje institucional. Mover una pieza de la Constitución es afectar la dinámica del artefacto completo. Modificar un aliciente, insertar otro castigo en el mecanismo del poder tiene consecuencias en todo el armatoste. No hemos prestado la atención suficiente a ese maltrato que tendrá consecuencias serias para nuestra vida democrática. Han sido tantas las provocaciones, tan frecuentes las aberraciones que hemos pasado por alto modificaciones serias al régimen presidencial que, sin mejorar la representatividad del mecanismo, dificultarán su eficacia. Pienso concretamente en la revocación de mandato, esa figura que se ha insertado en el texto constitucional y que ha sido celebrada, sin mayor reflexión, como un gran avance democrático. A partir de este mecanismo, la gente, mediante su voto, podrá despedir al Presidente antes de que concluya su periodo de gobierno.

 La idea es la constitucionalización de una frase. "El pueblo pone y el pueblo quita". Así se gobierna, así se legisla: poner en práctica, más que ideas, frases hechas. La institución que se incorpora a la Constitución se desentiende de sus consecuencias, no atiende el problema que pretende resolver, agrava lo que dice solucionar. Para echar a andar el mecanismo, será necesario que el 3% de los electores haga la petición revocatoria. En la votación tendría que participar, por lo menos, el 40% de los votantes. Sería suficiente la mayoría absoluta para que la revocación procediera. Si se trata de remover a un Presidente que ha perdido respaldo popular, se le reemplazará con alguien que no ha recibido un solo voto popular para ocupar la Presidencia de la República. Se inaugurarían tiempos de costosísima inestabilidad. El ganador de la elección presidencial sería removido y sería reemplazado por alguien que no ha obtenido un solo voto popular para ese cargo. Provisionalmente asumiría la Presidencia quien presida en esos momentos el Congreso y en los siguientes treinta días, el mismo Congreso designaría al Presidente que habrá de concluir el periodo. El país podría terminar el sexenio con un relevo de tres presidentes. Un Presidente electo democráticamente entregaría el Poder Ejecutivo a quien se impusiera en las negociaciones cupulares entre los partidos políticos. Los pequeños partidos, esos que inclinan las votaciones en Congresos divididos tendrían así el poder de imponer su voluntad para renovar la oficina más importante del país. 

Parece claro que al Presidente lo mueve la ilusión de ganar una nueva elección. No es seguro, pero, tal vez, la gane. El problema no está ahí sino en el futuro. Un país que recupere la pluralidad política verá cada vez más improbable el escenario de un Presidente con aprobaciones superiores al 50%. ¿Qué efectos tendría en el funcionamiento de la maquinaria presidencial si el escenario temporal se acorta de esa manera? ¿Qué alicientes quedarían para la colaboración si las oposiciones pueden apostar, desde el primer momento a acortar el gobierno de su adversario?

 


Sol(az)

domingo, 20 de junio de 2021

sábado, 19 de junio de 2021

viernes, 18 de junio de 2021

 Supercalifragilísticoespialidoso

Es viernes y don Venus lo sabe

jueves, 17 de junio de 2021

lunes, 14 de junio de 2021

domingo, 13 de junio de 2021

jueves, 10 de junio de 2021

martes, 8 de junio de 2021

lunes, 7 de junio de 2021

sábado, 5 de junio de 2021

viernes, 4 de junio de 2021

jueves, 3 de junio de 2021

miércoles, 2 de junio de 2021

martes, 1 de junio de 2021