Ja, ja, ja. Esto me recuerda a cuando Bebeto también soñaba con gobernar castillos en el aire; después de todo, él "nuncamente" iba a despreciar la oportunidad de ser candidato.
¿Podrá el Yunque imponer su voluntad en el PAN para poner a Pendejilio a competir por la grande en el 2012? Y pensándolo mejor ¿Qué el Yunque no tendrá un títere menos castrante y quemadote?
Etilio es parte de la distracción antes de que se presente el candidato real. Emily es como los enanitos toreros, son los que van calentando el ambiente con suertes, chistes y ridiculces, antes de que salgan los picadores y luego el torero con su traje de luces. Claro nosotros los ciudadanos somos no el toro, sino el atajo de bueyes que van dirigiendo los picadores para el rumbo y el trote que les acomode, haciendo algunas fintas de embestir al agraciado torero-político-candidato-"por-el-bien-de-todos" con críticas que más bien son quejas. El torero-político nos da capotazos a las quejas y críticas, resbalándosele cualquier compromiso real, ético. Luego viene después de las elecciones la faena de fondo, recurrente, dan las estocadas necesarias para saquearnos y repartirse entre los organizadores de la toreada, el valor que representamos. Por eso el problema no es Emily, enanito torero, sino la parafernalia de destazadores del bien público de todos los partidos
4 comentarios:
venía oyendo esta nota en el radio mientras tomaba un poco de café, casi me atraganto
Pendejilio haciendo pendejadas a nivel nacional, no, eso no se lo deseo a nadie fuera de Jalisco
Ja, ja, ja. Esto me recuerda a cuando Bebeto también soñaba con gobernar castillos en el aire; después de todo, él "nuncamente" iba a despreciar la oportunidad de ser candidato.
¿Podrá el Yunque imponer su voluntad en el PAN para poner a Pendejilio a competir por la grande en el 2012? Y pensándolo mejor ¿Qué el Yunque no tendrá un títere menos castrante y quemadote?
Etilio es parte de la distracción antes de que se presente el candidato real. Emily es como los enanitos toreros, son los que van calentando el ambiente con suertes, chistes y ridiculces, antes de que salgan los picadores y luego el torero con su traje de luces.
Claro nosotros los ciudadanos somos no el toro, sino el atajo de bueyes que van dirigiendo los picadores para el rumbo y el trote que les acomode, haciendo algunas fintas de embestir al agraciado torero-político-candidato-"por-el-bien-de-todos" con críticas que más bien son quejas. El torero-político nos da capotazos a las quejas y críticas, resbalándosele cualquier compromiso real, ético. Luego viene después de las elecciones la faena de fondo, recurrente, dan las estocadas necesarias para saquearnos y repartirse entre los organizadores de la toreada, el valor que representamos.
Por eso el problema no es Emily, enanito torero, sino la parafernalia de destazadores del bien público de todos los partidos
Publicar un comentario