viernes, 15 de octubre de 2010

Otilia

-Tengo debilidad por la orejas femeninas - confesé-, la exquisitez de su diseño, la sinuosidad del pabellón que abre un paréntesis a la diminuta gruta laberíntica...
-Otofilia
-¿Cómo dices?
-Tu predilección tiene ese nombre
-¿Sabes? El lóbulo invita, no al arete sino a la succión...
-¿A dónde quieres llegar, Sapo?
-Quiero explorar tu oído con mi lengua
-¡No has hecho otra cosa que restregarte en mi oreja!¡Basta ya, Sapo goloso!
Príncipe, soy el Príncipe, lo sabes en el fondo de tu corazón!
-Pero el cuento habla de un beso en la boca, no en la oreja
-Allá voy, pero en orden de prioridades, me gusta empezar por la oreja, bellísimo caracolillo que...
-¡Maníaco otofílico!
-Sí, sí, insúltame...
-¡No es insulto, Sapo, es descripción de tus caricias malsanas!
-¡Sigue, sigue!
-¿No entiendes? La otofilia es una forma de fetichismo que la sedosidad y la fragilidad del cartílago incrementan...
-¡Más, más, no te detengas, ya casi!
Lllaman a la puerta con grandes toquidos.
-¡Mi madre!
-La reina no me intimida, soy un Príncipe
La puerta se abre de golpe: "¿Quién está contigo en tus aposentos, Otilia? Claramente escuché tus cuchicheos con un hombre ¿Dónde está?". La princesa enmudece, intenta una respuesta; su madre, arrastrando encajes y crinolinas de imponente vestido esmeralda, aproxima su mirada al rostro de la hija sorprendida. "¿Traes un batracio de pendiente? Original adorno, hija mía, aunque despégalo un poco, lo llevas demasiado apretado, te dejará una marca si no es que una mancha en tu orejita". El Sapo exhala, agradecido, un largo, prolongado suspiro.
MFM.

5 comentarios:

Gervaxio dijo...

Un batracio... pendiente de obtener la satisfacción con esa fría, racional e insulsa princesa. El sapo o la princesa, uno de los dos se equivocó de cuento.

Anónimo dijo...

¡muy bien mi Yerbacio!, se me hace que ora si andamos iguales...
ah, yo también tengo "otofagia"...

Anónimo dijo...

Yo también: Mike Taison

ross dijo...

hermoso cuento...a mí tmb me gustan las orejas

Anónimo dijo...

a mi también, pero en el pozole...(y la trompa y el cachete)