lunes, 25 de abril de 2011

Don Étimo de altura

La jirafa es un caballo
alargado por la curiosidad
- R. Gómez de la Serna
La palabra jirafa proviene del árabe zarafa, 'alta y ágil'. Su nombre científico es Giraffa camelopardalis. En 1487, la jirafa que Qaitbay, sultán de Egipto, obsequió a Lorenzo de Médicis, causó revuelo en las calles de Florencia (*). A los habitualmente expresivos italianos, les faltaban palabras para expresar lo que contemplaban. Así que recurrieron a la asociación al pronunciar: cameleopardo. Camel por el cuello y las patas como de camello; y leopardo por las manchas como de leopardo. No hay animal más alto en el mundo que la jirafa; diríase que se alimenta de nubes... y arco iris.


(*) Se recomienda la lectura de La jirafa de los Medici (y otros relatos sobre animales exóticos y el poder), de Marina Belozerskaya, editorial Gedisa, 2006. En especial, el capítulo 3: "Cómo una jirafa transformó a un comerciante en un príncipe".

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡qué rico!