domingo, 17 de abril de 2011

Huevo de pascua estrellado

Ejercicio de re-concentración con luna llena:
¿por qué el Yin-Yang no es maniqueo?

E
l maniqueísmo fue una religión fundada en el siglo III d. de C., por el profeta persa Mani o, en latín, Manicheus. Su visión del mundo consistía en la lucha implacable entre el bien y el mal. El mal debía ser derrotado por el bien. Por ende, el maniqueísmo no admitía matices: o se está del lado del bien (Dios, la luz, el blanco) o se está del lado del mal (Satán, la oscuridad, el negro). Así, el maniqueísmo pintó su raya con dos brochas gordas: una para pintar la zona de blanco; y otra para pintar el área de negro. No se concebían mezclas ni tonos de sombra, ni claroscuros ni esfumados. El maniqueísmo por tanto, era (es) dogmático y significa (ba) la negación de cualquier cultura del debate, entendida ésta como el medio para forjar un criterio de aproximación a lo verdadero con la adopción de distintos ángulos de vista, del descubrimiento de distintos matices y claroscuros. El debate (que no el duelo) dice así, no a la Verdad absoluta; prefiere verdades parciales, fragmentarias, las piezas sueltas del rompe-cabezas.
El concepto de yin yang deriva de la cultura china, en concreto del taoísmo. Aun cuando reduce también la visión del mundo a dos polos opuestos, explica su idea mediante la metáfora de un monte bajo la luz del sol. El yin sería así, la parte sombreada de la ladera norte; mientras que el yang sería la parte soleada de la ladera sur. Pero conforme el sol avanza, pronto el escenario se invierte. De ahí que yin y yang se consideren polos opuestos, pero en proceso de cambio, de transición; esto es, se trata de polos más bien, interconectados, complementarios. A diferencia del maniqueísmo, que considera el bien y el mal como posiciones irreductibles (verdad-mentira; hombre-mujer, nada de gays o transgéneros; virgen-casada, etcétera), en la que uno ha de eliminar al otro para prevalecer, el yin-yang admite las impurezas : por ejemplo, del blanco: nótese el punto negro en su área; y la no impecabilidad del negro: adviértase el punto blanco dentro de la zona oscura. Es decir, después de todo, el prietito en el arroz cuenta a favor de un criterio de verdad.
Así, es preferible a todas luces el concepto taoísta que el maniqueísta; sin embargo, la falla de ambos sistemas es su reduccionismo polar a dos facetas dos de la realidad. Esta es más compleja y más bien, multi-facética; demanda por lo mismo, una visión multidimensional, de prisma, de ojo de mosca, poliédrica, para su mejor comprensión. Nada de que aquí no hay más que de dos sopas. La del dualismo ya se acabó.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Simplemente dar lugar a un abanico de posibilidades.

Anónimo dijo...

Esa es la imagen de un desayuno balanceado y espiritualmente equilibrado

FSN dijo...

Bravo Manuel! En especial me parece pertinente después del programa con mi admirado tocayo!
Cuanto nos ha limitado y que costo tan alto ha pagado la humanidad por seguir en ese maniqueo de la dualidad.
Habrá que cerrar las entradas a Guadalajara para que así se quede.... Los demás que se queden anjentados en la playa. Un abrazo.

M.B. dijo...

Las visiones abiertas de la vida moderna han sido suplantadas por visiones cerradas; el esto y aquello por el esto o aquello.