miércoles, 6 de abril de 2011

Cabezas flotantes y parlantes

En la galería Kelvingrove, de Glasgow, Escocia, la artista Sophie Cave montó una instalación con cincuenta cabezas flotantes (Floating Heads) Conviene recordar que el formato de instalación se inscribe dentro del género denominado arte contemporáneo (adjetivo que no se refiere a la vigencia) cuya característica principal es la de desmontar la obra de arte de su base o forma tradicional; por ejemplo, la pintura se extrae del marco de madera; la escultura no se fija a una base sino, como en el presente caso, se instala o se cuelga por ejemplo, del techo. La intención es liberarse del formalismo estricto, a fin de rescatar el concepto, la idea -más que la forma- de la obra. No en balde el padre del arte contemporáneo es Marcel Duchamp con sus piezas readymades (verbigracia, un urinario firmado), inscritas dentro del arte conceptual precisamente. Incluso el artista contemporáneo puede ser su propia obra mediante un performance (actuación o puesta en escena).
Así, la pieza Floating heads de la Cave, acentúa, en el contexto de la convivencia humana, la noción superlativa de la cabeza en relación con el resto del cuerpo. Pues la atención, parece resaltar Sophie, se centra casi exclusivamente en la expresión del rostro que tenemos enfrente, en sus gestos y muecas, ya sea de aceptación y empatía, ya sea de extrañeza o rechazo. Se aisla el conjunto para atender una parte: el lenguaje oral que emiten las bocas de las cabezas; en ese sentido, las Cabezas flotantes recuerdan al grupo de rock, Talking heads o 'Cabezas parlantes', en especial, su canción Moon rocks (Piedras de la luna) que menciona cabezas que levitan como platillos voladores (Flying saucers).
Por tanto, la instalación de Sophie Cave refuerza el dicho de "caras vemos, cariiño no sabemos", pues no obstante la fuerza del lenguaje no verbal o corporal, la preponderancia la tiene el rostro, la cara. Quizá por eso se le maquilla, se le peina, se le afeita, se le colocan lentes, se le planchan las arrugas, se torna una máscara (de ahí el color blanco de las cincuenta cabezas): su significado -para ser descifrado- flota entre, frente a los otros. Así, cuando se acude a una fiesta o a una reunión con muchos invitados, ¿acaso no se experimenta esa extraña sensación de que flotamos entre cabezas? O cuando se visita un recinto vacío, habitualmente repleto de gente, como una escuela o una sala de cine: ¿acaso no resuena el eco de las cabezas parlantes; acaso no flota en el ambiente, la presencia de otras cabezas además de la nuestra?


Mandala cotidiano (entre muebles) pintado para la portada del CD de Talking heads, por el artista contemporáneo Bob Rauschenberg

Flying saucers, levitation
Yo! I could do that
Get ready, for heavy duty
Go on, give it a chance,
give it a chance,
give it a chance,
I saw your hair start to curl

So get up, write it down
You better wait for a while
So take your hands out of your pockets
And get your face adjusted
I heard it, somebody lied

And I'm staring out the window
Gonna let this thing continue
In it's natural time

Roundheads, squareheads
Get settled in
You can hear my belly rumble
There's a voice that starts to mumble
Woo! It's starting to sing

Protons, neutrons
I ate a rock from the moon
Got shocked once; shocked twice
Let's see, what it can do

Man in the moon, moon in the man
I got a rock in my throat
Upside, up side down
My tummy start to talk... (what it say?)

Gonna rock it 'till I shock it
Gonna kick it 'till I drop it
Woo! Love at first sight
You can kick it,
You can poke it
Ooh, I think you broke it
What about that!

Skin from a snake, blood from a stone
You know, that ain't no lie
I got hundreds of expressions
Try to make a good impression
Woo! Right between the eyes


I don't mind - let me go
I don't mind - I don't know
Let me be - why not stay
I feel numb - let me play

I got wild imagination
Talkin' transubstantiation
Any version will do
I got mass communication
I'm the human corporation
I ate a rock from the moon


Moon in the rock, rock in the moon
There's a moon in my throat
You might think I'm wasting time
You might laugh but not for long
Hey! I'm working it out... (work it out)

I don't mind - let me go
Sounds inside - I don't know
Let me be - why not stay
I feel numb - let me play

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"La idea, por supuesto, era de Duchamp.

De su estancia en Buenos Aires sólo existe o sólo se conserva un ready-made. Aunque su vida entera fue un ready-made, que es una forma de apaciguar el destino y al mismo tiempo enviar señales de alarma. Calvin Tomkins escribe al respecto: Con motivo de la boda de su hermana Suzanne con su íntimo amigo Jean Crotti, que se casaron en París el 14 de abril de 1919, Duchamp mandó por correo un regalo a la pareja. Se trataba de unas instrucciones para colgar un tratado de geometría de la ventana de su apartamento y fijarlo con cordel, para que el viento pudiera «hojear el libro, escoger los problemas, pasar las páginas y arrancarlas». Como se puede ver, Duchamp no sólo jugó al ajedrez en Buenos Aires. Sigue Tomkins:
Puede que la falta de alegría de este Ready-made malheureux, como lo llamó Duchamp, resultara un regalo chocante para unos recién casados, pero Suzanne y Jean siguieron las instrucciones de Duchamp con buen humor. De hecho, llegaron a fotografiar aquel libro abierto suspendido en el aire –imagen que constituye el único testimonio de la obra, que no logró sobrevivir a semejante exposición a los elementos– y más tarde Suzanne pintó un cuadro de él titulado Le ready-made malheureux de Marcel. Como explicaría Duchamp a Cabanne: «Me divertía introducir la idea de la felicidad y la infelicidad en los ready-mades, y luego estaba la lluvia, el viento, las páginas volando, era una idea divertida.» Me retracto, en realidad lo que Duchamp hizo en Buenos Aires fue jugar al ajedrez. Yvonne, que estaba con él, terminó harta de tanto juego-ciencia y se marchó a Francia. Sigue Tomkins: En los últimos años, Duchamp confesó a un entrevistador que había disfrutado desacreditando «la seriedad de un libro cargado de principios» como aquél y hasta insinuó a otro periodista que, al exponerlo a las inclemencias del tiempo, «el tratado había captado por fin cuatro cosas de la vida»."

R.B., La Parte de Amalfitno, 2666 (pps. 245-6)

Yvonne dijo...

Alicia Lozano...la mejor invitada del último tiempo.

"Quien quiere seguridad si el mejor condimento de la vida es la incertidumbre" (Mauricio Garcés)