lunes, 14 de febrero de 2011

Amar es... elaborar el mapa táctil de la otra/ del otro

7 comentarios:

Anónimo dijo...

qué foto más extraña, no la entiendo, me queda fuera de contexto en este blog. ¿Quién la explica?

Anónimo dijo...

¿Explicaciones? seguro no sabes de los placeres de saber besar y chupar los pies hasta llegar al mismísimo infierno, que pena...

Anónimo dijo...

wuaw!, pero qué elegancia

Anónimo dijo...

Cerca/de su/atracción/ yo pienso/ con mis manos/

Anónimo dijo...

¿Pero deveras requiere alguna explicación? Esa foto, para mi, nada tiene que ver con la leyenda de "amar es...etc". Pues parece que por alguna razón la chica se quedó dormida confiando en el tipo, el cual esperó a que se durmiera para que, con cuidado y sigilosamente, con temor, casi con miedo de que se despierte, le da lo que parece un remedo de beso, ella, por su parte no lo hace en el mundo ni en sueños, y él, por la postura parece la de un CÉLIBE. ¿Se pueden imaginar lo que pasaría entre ellos, si la mujer se despierta en ese preciso momento? -pero...¿Qué hace ud.? ¡Que me ha asustado!, etc.
Ahora bien, si lo que quiere decir es que el amor es ciego, pues, sigan tentaleándole, y sigan ... rascándole a la suerte!!!! feliz día de la ciudad!!!

Anónimo dijo...

En la infancia yo ejercí con fervor la adoración del tigre: no el tigre overo de los camalotes del Paraná y de la confusión amazónica, sino el tigre rayado, asiático, real, que sólo pueden afrontar los hombres de guerra, sobre un castillo encima de un elefante. Yo solía demorarme sin fin ante una de las jaulas en el Zoológico; yo apreciaba las vastas enciclopedias y los libros de historia natural, por el esplendor de sus tigres. (Todavía me acuerdo de esas figuras: yo que no puedo recordar sin error la frente o la sonrisa de una mujer.) Pasó la infancia, caducaron los tigres y su pasión, pero tadavía están en mis sueños. En esa napa sumergida o caótica siguen prevaleciendo y así: Dormido, me distrae un sueño cualquiera y de pronto sé que es un sueño. Suelo pensar entonces: Éste es un sueño, una pura invención de mi voluntad, y ya que tengo un ilimitado poder, voy a causar un tigre.
¡Oh, incompetencia! Nunca mis sueños saben engendrar la apetecida fiera. Aparece el tigre, eso sí, pero disecado o endeble, o con impuras variaciones de forma, o de un tamaño inadmisible, o harto fugaz, o tirando a perro o a pájaro.

'Dreamtigers', JLBorges.

Anónimo dijo...

...no hay trocito de tu cuerpo, que no haya sido sendero. Así te siento. Beso