jueves, 24 de febrero de 2011

Arrancón

Interrogado sobre algún texto literario cuyo comienzo indique una subjetividad intensa, recordé a Melville y su novela Moby Dick, con el arranque asertivo Call me Ishmael. La fuerza de Led Zeppelin quizá contribuya a intuir el empuje literario del protagonista y su enconada rival, la ballena blanca.

'Llamadme Ismael. Hace algunos años, no importa exactamente cuántos, con poco o ningún dinero en la bolsa y sin nada de particular que me interesase en tierra, pensé que debía navegar un poco y ver la parte acuática del mundo. Es mi modo de librarme de los males humores y de regular la circulación. Siempre que noto la boca torva, o que un noviembre húmedo y lluvioso se apodera de mi alma; siempre que, sin darme cuenta, me detengo ante los depósitos de ataúdes y cierro la marcha de todos los funerales con que me encuentro y, especialmente, siempre que la depresión se apodera de mí de manera que se requiere un fuerte principio moral para impedir que salga deliberadamente a la calle a derribar los sombreros de la gente, estimo que es hora de que me vaya al mar tan pronto como me sea posible. Esto sustituye para mí a la pistola.' (...)



7 comentarios:

RAFAEL FIERRO dijo...

Ah LED ZEPPELÍN... ¡que conjunción tan extraordinaria!

Anónimo dijo...

Gracias a los atuneros mexicanos y los balleneros japoneses, Ahab se quedará sin quién pelear muy pronto

Anónimo dijo...

oye Rafa, que bueno que te veo, te quiero preguntar, ¿que tal el asunto del cafesito, se hizo o no se hizo?
por ahi supe que la citaste en la madugada... ¡pillín!

Su dijo...
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Su dijo...
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Anónimo dijo...

¿Susana, en el 2070 será tu fin?

Su dijo...
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