martes, 8 de febrero de 2011

Mesa

La Mela, 1951, Roberto Matta

Espiral

¿Con qué viene el amor
en su tromba dormida?

Con hilos de una red de lance
del pasado, con luces rutilantes
brillando en su argumento.

Con su gama de olores,
de miedos, de costumbres
que siguen y que esquivan las costumbres,
con su plano de vías, de cruces, de paradas,
con vocación de marca, con su marca.
-Luis Muñoz


La palabra italiana la mela con que se titula la pintura de Matta, significa en español: la manzana; en este caso, amarilla como sol en torno al cual giran no planetas sino estrellas o, mejor, destellos (¿polen, dientes de león?) que fluyen de izquierda a derecha, en espiral alrededor de la superficie brillante que enmarca la manzana. Se intuye la presencia, en celdillas hexagonales, de abejas amarillas que parecen oír las semejanzas fonéticas de la mela y la miel dorada como la manzana en el centro de la mesa de luz, que está servida: acude Eva.

3 comentarios:

Brujilda dijo...

Re poema y excelente cierre de la nota con aquello de que Eva acude.

Sergio dijo...

para mi la imágen me transmite una tensa calma, como si estuviera a punto de suceder algo, ya sea con la manzana o con los sólidos pitagóricos que flotan en lo que se puede apreciar como recámara o cuarto, y los músicos del fondo que papel juegan? que música interpretan? por que músicos? veo un conejo, la suerte quizás? Que gran pintura Falcón.

Anónimo dijo...

En palabras de Matta: “lo que yo decía era que no hay que partir de una hoja en blanco, porque ahí uno sólo proyecta lo que conoce. Si uno parte de manchas y las lee por el método alucinatorio, automático, podrá ver cosas que vienen del deseo oculto”.
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