sábado, 5 de febrero de 2011

¿Por qué Pinocho no podía haber sido Pinocha?

La apoteosis de Pinocha, 1992, Adelchi-Riccardo Mantovani
La compleja relación padre-hijo se representa de modo elocuente en la metáfora de Gepeto y su invento: Pinocho. Títere del padre, su controlador, el hijo habrá de pasar varias pruebas o exigencias antes de soltar amarras. Es decir, antes de cumplir (y rebasar) el ideal que el padre forjó para su propia invención: su hijo. Pinocho así, habrá de rescatar al padre del vientre de la ballena; esto es, de la enorme responsabilidad simbólica (económica y social) en que Gepeto se halla inmerso como figura de autoridad o proveedor paternal. El hijo-títere entonces, está ahí para salvar al padre, para sacarlo a flote, para relevarlo. Pinocho se salva a sí mismo al rescatar, relevar a Gepeto. Y el hijo títere entonces deja de serlo para volverse hombrecito (real). ¿Por qué no, por cierto, Gepeta, madre? Porque con la madre, el hijo ya es cómplice desde que nace; de ella se desprende de manera natural al cercenarse el cordón umbilical; pero con el padre no hay tal conexión natural: son artificiales los hilos umbilicales que lo atan como títere a Gepeto. Por tanto, como hijo hay que de-mostrar, por vía de los hechos, que se está en condiciones de desprenderse del padre. Siempre y cuando, la cultura machista no dificulte dicha situación antinatural al propiciar la rivalidad (yo seré mejor que mi padre; yo no seré como mi padre; yo seré lo opuesto a mi padre; pero mi padre será siempre el referente). ¿Por qué no, por otra lado, Pinocha, hija? Porque la hija ya está desde que nace, del lado del padre y en competencia con la madre; la hija busca, desea, la figura paterna, incluso en el caso de ausencia real del padre, a quien suplirá luego con novio o marido. Pero Pinocho debe someterse al rigor de la prueba, debe competir con el padre; de ahí la culpa de Pinocho: se sabe mentiroso. Pues el hijo miente al decir que quiere al padre: a quien quiere es a la madre; y a quien desea sustituir, superar, es al padre. Así, una vez que Pinocho rescata a Gepeto del fondo de la ballena social, le de-muestra que él, Pinocho, ya no necesita hilos para andar; que ya no es más títere porque ya no de-pende del padre. Muchos títeres empero, deambulan por la vida sin jamás atreverse a cortar los hilos (Gepeto se sustituye por un jefe, por el patrón, por un nuevo proveedor o autoridad; en el caso de los vástagos, juniors, herederos de fortunas y propiedades, permanecen en condición de títeres toda la vida). Y no basta con abandonar físicamente el hogar paterno: muchos Pinochos arrastran los hilos hasta su dizque nuevo hogar y actúan como títeres de una nueva autoridad: la de la esposa/madre todoterreno, la del suegro, el cuñado, etcétera. Y el colmo: Pinocho convertido en Gepeto, en pos de un nuevo invento, de su propio títere: Pinochito.

PD- conviene reparar en los nombres: Ge-peto o Geronto-pecho, corazón de viejo; en italiano Geppetto es diminutivo de Giuseppe, que en español es José... ¿por semejanza con la paternidad virtual de Jesús? ¿Y quién es la 'esposa' de Gepeto? El hada que da vida humana a Pinocho; y Pino-cho significa pino nuevo, rama o madera de pino, vástago o el que hace sus pininos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Porque cuando mienten dicen la verdad?
¿Porque las pinochas nunca mienten y cuado lo hacen es contra su voluntad?
¿Porque algun desempleado y desquehacerado, podría cambiar la "i" por la "a"?

THE BLUE dijo...

Sustituir a nadie hombre:lo que quiere uno es largarse, y asumir el reto de no saber lo que nos espera. Ver a tu padre y a tu madre como los individuos que representan, es un logro suficiente de la inteligencia para soltar amarras, y volverse apto y genuino.

Anónimo dijo...

Esta muy bien eso de salvar al padre del sistema que lo devora, pero ¿quien va a salvar a Pinocho?, según esta lógica Pinocho, va a tener que buscar la manera de encontrar un "palito", del cual, con un poco de (mala) suerte, al paso del tiempo se repetirá la historia de Guepeto y su "hijo-títere". Yo solo hago la siguiente pregunta, en el momento del palito, ¿quién se pregunta sobre la posibilidad de ser un futuro padre Guepeto para manipular a su hijo y luego ser salvado por él? Collodín colodado.

Falcón dijo...

Collodín- "¿quién se pregunta sobre la posibilidad de ser un futuro padre Gepeto para manipular a su hijo y luego ser salvado por él?"
Y te respondo: el padre; o si no, ¿por qué la presión social para casarse? ¿Por qué la presión para tener hijo/as? Y, el meollo,¿por qué la presión para tener hijos varones? ¿Por qué la ansiedad paternal de 'conservar el apellido' y de no 'perderlo' con una hija que de seguro, se casará con otro hombre que le impondrá su apellido a los nietos? ¿Por qué finalmente se debe tener, como identidad, el apellido del padre? Aun más: en la forma más obvia, por ejemplo, el padre frustrado deposita en el hijo sus deseos, sus sueños (fallidos) de éxito. Y el hijo se siente obligado a complacerlo para 'salvarlo' del fracaso.

Anónimo dijo...

...fíjaate caón, y yo que creia que era un pinche cuentito...

Anónimo dijo...

Es importante tomar en cuenta la gran cantidad, quizá no contabilizada mediante estadísticas, de madres solteras y divorciadas (Que son, incluso,en muchos casos, aun adolescentes) que no les queda otra que sacar "adelante" ellas solas a sus hijos, varones o no, ¿quién salva a la madre en este caso?, ¿dónde está, en estos casos, el padre transmisor de sueños fallidos?

Falcón dijo...

Anónimo- inquieres a propósito de las madres solteras:
"¿quién salva a la madre en este caso? , ¿dónde está, en estos casos, el padre transmisor de sueños fallidos?".
Esbozo respuesta: en efecto, dicha pregunta es la que zumba en la cabeza de los hijos/las hijas de la así designada socialmente 'madre soltera': ¿dónde está, qué sucedió con el padre? ¿Es nuestro padre un sueño fallido? Y la pregunta a su vez, de la misma madre soltera: ¿qué sucedió con mi padre, por qué permitió esto?

Anónimo dijo...

¿Debe el estado generar programas educativos para el ejercicio pleno y responsable de la sexualidad, independientemente de la preferencia que se tenga? Lo que anónimo señala, es que "no existe tal presión ", para tener hijos, es contrario a la idea de Falcón; los hijos en su inmensa mayoría son el producto, no de una exigencia social, ni de una mínima planeación que vaya más allá de comprar ropita azul o rosa(Claro, no lo puedo probar científicamente, es una opinión basada en la observación empírica y subjetiva)los hijos vienen al mundo como consecuencia de unos instantes de "placer sexual" (cuando se realiza entre hombre y mujer), aunque se piense que es por "voluntad divina"; en pleno siglo XXI, aquí en México y, ahora sí, en los países mal llamados del "tercer mundo" (poco falta para llamarlos del inframundo), parece que las personas, entre más ingnorantes, entre más viven en la extrema pobreza, más, y más y más hijos tienen. ¿No se hace, pues, necesario replantear nuestros métodos de reproducción de la especie y sus cuidados? ¿No hace falta replantear la función paterna y educar en ese sentido? con mis respetos Dn. M. F.

Brujilda dijo...

Para el último Anónimo:

¿Sólo l@s carenciad@s tienen una enorme prole?

¿Qué me dices de l@s fanáticos religiosos como l@s del Opus Dei y los Legionarios de Cristo?

¿Que me dices de Fernandito Pérez Peláez?

- Adineradísimos.
- Un@ hij@ tras otro@.
- Una nana para cada hij@
- La respectiva enfermera para el puerperio.
- Biberón desde el primer momento.
- Y una inyección para cortar el flujo de la leche de los pechos de la recién parida...porque "la verdad que asquito eso de dar la teta y además, qué horror que los pechos se caigan por culpa de la lactancia, para eso está la Nan 1."

De no ser así ¿Cómo podrían -estas sacrosantas madrecitas- asistir a sus cotidianos desayunos en la terraza del Country Club, sin los cuales se sienten desfallecer y la vida no es vida?"

Estas mujeres que sufren -porque quieren- la Humanae Vitae, prefieren una histerectomía a tomarse la píldora...Habrase visto tamaña idiotez.

Así que por favor, Anónimo: Más inclusión y por otro lado, no se olvide que también existe la concepción consciente.