jueves, 24 de febrero de 2011

Historia

La fotografía es de Helmut Newton. Narra un drama. ¿Cuál?

10 comentarios:

Anónimo dijo...

La amante llega de visita al a casa del hombre, le abre la puerta la sirvienta, que está perdidamente enamorada del dueño de la casa.

Otra

La esposa llega a su casa en la madrugada, después de engañar a su marido con su mejor amigo; la sirvienta, que es cómplice se asegura que el marido no se dé cuenta de que no estaba en la casa porque ella los estaba entreteniendo plácidamente en la cama. Mejor, no?

Unknown dijo...

Vaya acertijo. Creo que es como un espejo, una dema venida a mas o viceversa. upathr

Amforino dijo...

jaja, Falcón dice que le costo trabajo leer el libro de los señores del narco, y el primer día comentó que ya llevaba la mitad, a mi si que me esta costando trabajo, se me olvida quien es quien y tengo que regresarme continuamente, pero ahí la llevo. Quiero leer como usted!!! :P.
Saludos

Sergio dijo...

La copetona, que vive en el piso de abajo, sube a decirle a sus vecinos que le cierren a la llave del agua o que revisen su tubería, ya se le hicieron goteras.

Anónimo dijo...

va a pedirle a la "muchacha", que regrese con ella, le va a aumentar el sueldo y la va a afiliar al seguro popular...

Daniel Glez. S. dijo...

A mi se me ocurre que más bien la señora está enfrentando a la ama de llaves quien ya le dió baje con el señor, se invierten los papeles de la señora de la casa, al menos en el corazón de él.

ehhh...¿Sal? dijo...

Linda y Candice se conocieron trabajando como meseras en una estación de servicio de una carretera perdida al sur de California. Linda era oriunda de Nueva York y había llegado al extremo oeste del país tras abandonar a su esposo con quien se casó a los 14 años por decisión de su padre. Candice, en cambio, era de Catville -un caserío cercano a la estación de servicio- y vivía con un inmigrante ruso. Un mañana, mientras Linda servía una segunda taza de café a los dos primeros clientes del día y Candice terminaba de limpiar el baño, se sintió un disparo seco proveniente del surtidor de gasolina. Al asomarse por las ventanas, las mujeres y los clientes vieron al dueño de la estación de servicio, Trevor Jackson, tirado en el suelo con el abdomen reventado. A su lado, un hombre vestido completamente de cuero sostenía con una mano un revólver y con la otra forzaba la caja registradora. Linda, asustada, intentó lanzar un grito, pero Candice le ordenó que guardara silencio y sacó a los clientes por la puerta trasera.
Camino a Nueva York en un Ford Mustang del 67, Candice le explicó a Linda que el hombre que mató a Trevor y que ahora conducía el carro era Boris, el ruso con el que vivía. Necesitábamos el dinero y el muy estúpido se resistió. Vienes con nosotros porque me caes bien, porque conoces la ciudad y porque no tienes dónde ir. Linda no hizo preguntas, apoyó su cabeza en la ventanilla del asiento trasero y encendió un cigarrillo.
Antes de cerrar la puerta de la habitación que compartía con Boris y Linda, Candice le gritó al ruso que no se olvidara de pagar el alquiler con el dinero que dejó sobre la mesa de noche. Tras contar hasta treinta, Boris se levantó de la cama, asomó la cabeza por la ventana y una vez que se aseguró de que Candice y Linda subieron al autobús, se vistió rápidamente, tomó el dinero y salió a la calle.
En el bar Boris conoció a un escritor de apellido alemán que trabajaba de noche haciendo la limpieza en un periódico. Sentados en la barra, Boris le contó que él había estudiado pintura en la Academia Rusa de Artes Plásticas, y que su único y gran sueño era ser caricaturista.
Esa noche, el ruso y el hijo de alemán entraron a la sala de redacción. Hank dejó a un lado los artefactos de limpieza y se sentó frente a una máquina de escribir. Mientras tecleaba, Boris se acercó despacio a una mesa de dibujo igual a unas que había visto en la tele en un documental sobre la historia de Walt Disney. Tomó una pluma, la humectó en tinta, y trazó el dibujo de dos mujeres con la siguiente leyenda: “Linda y Candice. Una de frente y la otra de espaldas”.

Anónimo dijo...

Todo un test de Rorschach.¡Santas proyecciones, Batman!

Falcón dijo...

Caray, qué buenos textos. Aunque me quedaría con el primero del 'Anónimodijo' que es similar al de 'DanielGlezS.' Y por supuesto, con el truculento relato de 'EehSaldijo': Linda y Candice.

mastercube dijo...

la muchacha es lesbiana, y bastante pervertida, y le fascina contratar carisimas escorts (acompañamtes sexuales) para que la traten como lo que se siente, una gata