jueves, 23 de diciembre de 2010

Regalos raros: el martillo

Agradecer aun cuando no se sea carpintera

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Agarrameo tantito ....

buen truco.

Carlos G Garibay dijo...

si no tiene ud. chaperón pa' su niña... proporciónele uno de esos

Nico dijo...

Vaya!... buen blog eh? pasaré a menudo por aquí :)!

Te dejo la invitación al mío pues! sería gran privilegio tenerte por allí.

Saludos y felicitaciones por el blog

Anónimo dijo...

Hay besos que a veces atarantan más que un martillazo. Por lo que se observa, esta chica va avanzando un poco, por lo menos sabe que al martillo se le toma por el palo, aunque la herrramienta en sí le pueda dar en los dedos. En cuanto al tipo, salta a la vista que es un pasguato, que está a punto de abandonar la escuela. No obstante, y por pura diversión, ¿será que lo que más anhela es estar clavado al cuerpo deseado como un crucificado a su cruz? Lo digo, será un mediocre toda su vida, ¿su destino? estar arriba del guayabo buscando palos para los martillos.