miércoles, 22 de diciembre de 2010

Caricaturista santaclosero

Santa Claus ya se sabe, es un personaje que mezcla a San Nicolás de Bari(Sanníklaas, en pronunciación de inmigrantes holandeses y germanos de EEUU que trasladoron dicho Santo a América) y la figura de un duende o gnomo propio de los espesos bosques de la Europa antigua. El diseño del Santa Claus actual es obra del artista de origen sueco Haddon Sundblom (a) Sunny quien, por encargo de la compañía Coca-Cola, dibujó en 1931, al sonrosado viejo panzón bonachón, ataviado de cálido rojo, para promover dicho refresco durante el frío invierno .

En realidad, Sundblom no hizo más que copiar el Santa Claus de Thomas Nast, el genial caricaturista político estadounidense del siglo XIX que entre otras caricaturas indelebles, creó el donkey o el burro para identificar al Partido Demócrata de los EEUU, así como un elefante para simbolizar a los Republicanos.
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El caricaturista Thomas Nast precisamente, dibujó la portada del semanario Harper's Weekley de 1863, en plena Guerra Civil de los Estados Des-unidos entonces. Su propósito era alentar a los soldados del norte, esto es, a los fieles a Abraham Lincoln. Nast echó mano de los recuerdos de su infancia en Baviera y representó así, la figura de Sanníklas como amigo del bando norteño, a cuyos soldados premiaba con regalos.

Santa Claus ofrece regalos a los soldados del Norte de EEUU

¿De dónde sacó Thomas Nast el modelo para su versión de San Nicolás, santo italiano que más bien era alto, flaco y desgarbado?
El padre del caricaturista era oriundo de Baviera, antiquísima región de Alemania, donde junto con su familia, sobrevivía como músico popular; era un gran catador de cerveza, fumador empedernido (obsévese la pipa larga en el dibujo original), teutón colorado, risueño y festivo que, antes de morir, recomendó a su esposa emigrar junto con su pequeño hijo, Thomas, a América. Así llegó el mentado caricaturista Nast a Nueva York sin olvidar jamás a su padre gordo y bonachón inmortalizado en el luego famoso Santa Claus.

Oprímase la imagen para observar a detalle al papá del caricaturista Nast

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mis navidades como niño eran confusas:

El 25 de Diciembre, me traía regalos en Niño Dios (tapatío por excelencia). El 6 de Enero, me traían algo los Reyes Magos (oh oui, je était un garçon très borgeois). Pero a muchos compañeritos (oriundos de casas más agringadas que la mía) les traía regalos el Santa Claus. Esta discrepancia ideológico-religiosa siempre me sacó de onda. Y me sacó aún más de onda cuando vi que en otras partes de la república, la cosa era más hegemónica durante las fiestas navideñas.

¿Por qué se dará está revoltura de repartidores navideños de regalos aquí en Guadalajara? ¿Es algo generacional, o siempre ha existido este Babel navideño?

RAFAEL FIERRO dijo...

El niño dios y su mandadero Santa Claus.Esa fue la conclusión,a mis apenas cinco años de edad; cuando por un resquicio de la puerta,observaba a mi madre acomodar la bicicleta al pie del árbol. Nunca lo supo... ¿como despertar a los adultos de su propia ilusión?