(Presa de ansiedad, el árbol inquiere:) - ¿Y ahora qué? ¡¿A la basura?! ¿Están locos? ¿No era yo apenas ayer la alegría del hogar? ¿Y qué con el Espíritu Navideño? Ahora sí que me siento ridículo con tanto colguije, como un payaso sin público con el maquillaje corrido, como... ¿Que qué? ¿A las esferitas y a los foquitos sí los van a guardar con ustedes? Para eso me gustaban: ¡traidores, ingratos, cortoplacistas... !
(Así se escucharon los murmullos del arbolito de Navidad hasta el 2011).
3 comentarios:
qué nostálgico...cariñito
las series se conservan, hay quienes dicen que sale mas barato comprar unas nuevas el siguiente año, que mandarlas componer.
Que alegria, ya se acabo la dichosa festividad
-Las tildes se las debo, esta compu es prestada-
¿a la basura?, es el mejor de los destinos, solo que los encargados del aseo público, por lo general no se lo llevan, según entiendo les toca a parques y jardines, o bien que el usuario lo lleve a una de sus instalaciones, lo cual, por supuesto no hacen. Los vendedores de árboles más bien deberían de estar mejor regulados por las autoridades y que estas les obliguen a que los árboles sean alquilados para que, al regresarlos los vendedores sean centro de acopio. Los árbolitos navideños, pasada la temporada del consumismo, por lo general dan mal aspecto,permanecen en la calle, hasta que un estúpido adolescente ruidoso y espinilludo, le prende fuego para diversión personal y contaminación general. Linda la navidad... más la Patty.
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