

Referirse a María como "Madre de Dios" o Deípara (en griego,Theotokos: 'la que pare a Dios'), no significa que María sea coeterna con Dios, o que ella existió antes de Jesucristo o de Dios Padre, sino que al momento de nacer Jesús, el hijo de María, él era ya, de forma íntegra, Dios y a la vez, de forma íntegra, humano. La Iglesia admite que tal condición no es contradictoria sino un misterio, sugerido por cierto, en unos versos del himno antes escuchado:
Él a quien todo el universo no podía contener,
lo contuvo tu matriz, oh, Theotokos
No hay comentarios:
Publicar un comentario