El Informe Falcón
RADAR
-Jaime Barrera Rodríguez
Mi vecino en esta página tres, el brillante Manuel Falcón, presentó ayer ante un abarrotado auditorio en la librería del Fondo de Cultura Económica su más reciente libro, que tituló El sexenio de Emily.
Junto con José María Muriá y Jairo Calixto Albarrán, tuve el honor de ser uno de sus presentadores. Comparto a continuación parte de los comentarios que hice en torno al trabajo y el aporte del caricaturista político estrella de la comarca y de su libro que llamé “El Informe Falcón”:
Ya escuchamos en las últimas dos semanas los informes de algunos de sus clientes más asiduos, todos los alcaldes de la ZMG, que están ya debidamente integrados al elenco de personajes del monero más seguido en la región, uno de los mejores del país y uno de los mayores orgullos de Público-Milenio, diario del cual es pilar fundamental.
A diferencia de los alcaldes, Falcón decidió rendirles cuentas no sólo de un año, sino de cinco.
El informe Falcón denominado El sexenio de Emily, contiene 425 cartones cuyo repaso es la mejor síntesis y recopilación de los momentos más cruciales y álgidos de la vida política de la ciudad, del estado, del país y hasta del mundo, en el último lustro.
Como visionario que es, Manuel Falcón dejó su natal Tamaulipas, mucho antes de que fuera el más claro ejemplo de una entidad fallida, donde ya nadie sale después de las seis de la tarde y donde a medio año mataron a un virtual gobernador.
Esa enorme virtud de visualizar escenarios, la plasma en forma cotidiana en sus cartones. Personaje que sube a su cuerda floja, es personaje que irremediablemente empieza a buscar otra chamba. El último fue Urrea y seguramente pronto subirá ahí a otro de nuestros fiscalizadores en aprietos.
Eso es producto del gran oficio y habilidad periodística que posee. Porque Falcón antes de ser un artista, de tener el privilegiado don de desarrollar con trazos desenfadados y divertidos toda una serie de personajes, es un periodista nato. Datos y versiones exclusivas de los temas más candentes del momento aparecen a diario en algún detalle del cartón del día, gracias a la extensísima red de contactos que desarrolla y cultiva como nadie desde hace muchos años.
Los personajes en los que pone la mira para luego publicarlos le están enormemente agradecidos. La clase política y el clero, los dirigentes empresariales y académicos, pero también las figuras del deporte y la farándula se dividen en dos: los que han sido retratados con el trazo de la mano derecha de Falcón y los que no.
Salir en el cartón de Falcón es salir, para bien o para mal, del anonimato. Por eso los que no han aparecido en su elenco pasan por el presupuesto público o por los escenarios de la fama sin pena ni gloria.
Lo habrán padecido o no, les habrá gustado o no el rasgo de su personalidad que exageró para definir su caricatura, les gustará o no la vestimenta que les coloca, pero todos hacen su colección de los cartones de Falcón en los que aparecen.
Seguramente cada uno de los 186 personajes que aparecen en el informe-libro que les presenta ayer Falcón, tiene la suya.
Junto con José María Muriá y Jairo Calixto Albarrán, tuve el honor de ser uno de sus presentadores. Comparto a continuación parte de los comentarios que hice en torno al trabajo y el aporte del caricaturista político estrella de la comarca y de su libro que llamé “El Informe Falcón”:
Ya escuchamos en las últimas dos semanas los informes de algunos de sus clientes más asiduos, todos los alcaldes de la ZMG, que están ya debidamente integrados al elenco de personajes del monero más seguido en la región, uno de los mejores del país y uno de los mayores orgullos de Público-Milenio, diario del cual es pilar fundamental.
A diferencia de los alcaldes, Falcón decidió rendirles cuentas no sólo de un año, sino de cinco.
El informe Falcón denominado El sexenio de Emily, contiene 425 cartones cuyo repaso es la mejor síntesis y recopilación de los momentos más cruciales y álgidos de la vida política de la ciudad, del estado, del país y hasta del mundo, en el último lustro.
Como visionario que es, Manuel Falcón dejó su natal Tamaulipas, mucho antes de que fuera el más claro ejemplo de una entidad fallida, donde ya nadie sale después de las seis de la tarde y donde a medio año mataron a un virtual gobernador.
Esa enorme virtud de visualizar escenarios, la plasma en forma cotidiana en sus cartones. Personaje que sube a su cuerda floja, es personaje que irremediablemente empieza a buscar otra chamba. El último fue Urrea y seguramente pronto subirá ahí a otro de nuestros fiscalizadores en aprietos.
Eso es producto del gran oficio y habilidad periodística que posee. Porque Falcón antes de ser un artista, de tener el privilegiado don de desarrollar con trazos desenfadados y divertidos toda una serie de personajes, es un periodista nato. Datos y versiones exclusivas de los temas más candentes del momento aparecen a diario en algún detalle del cartón del día, gracias a la extensísima red de contactos que desarrolla y cultiva como nadie desde hace muchos años.
Los personajes en los que pone la mira para luego publicarlos le están enormemente agradecidos. La clase política y el clero, los dirigentes empresariales y académicos, pero también las figuras del deporte y la farándula se dividen en dos: los que han sido retratados con el trazo de la mano derecha de Falcón y los que no.
Salir en el cartón de Falcón es salir, para bien o para mal, del anonimato. Por eso los que no han aparecido en su elenco pasan por el presupuesto público o por los escenarios de la fama sin pena ni gloria.
Lo habrán padecido o no, les habrá gustado o no el rasgo de su personalidad que exageró para definir su caricatura, les gustará o no la vestimenta que les coloca, pero todos hacen su colección de los cartones de Falcón en los que aparecen.
Seguramente cada uno de los 186 personajes que aparecen en el informe-libro que les presenta ayer Falcón, tiene la suya.
3 comentarios:
Asistí, como los políticos, con representante...aún así gracias por la dedicatoria. desde la vecina Unión de Tula.
qué buena crítica, felicitaciones
Pues si... por ahí anduve;con inconveniente puntualidad,porque al llegar estaba repleto el salón.Pero aún así me acomode en buen lugar. ¡Divertida presentación MANUEL felicidades!al termino me topé con algunos amigos que hace años no veía -por cierto, dibujantes, y buenos caricaturistas también- charlamos y bebimos. Quise saludarte para poner cara y cuerpo a mi nombre mientras estamparas tu firma en el libro, pero como sabrás,el tiempo es implacable, la fila era enorme y tuve que retirarme; para otra ocación será...
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