sábado, 16 de noviembre de 2013

'Creo en un solo Fut todopoderoso...'

 'El auge del futbol en México es reciente. Durante la primera mitad del siglo XX, otros deportes lo superaban en popularidad. Al beisbol lo habían traído las empresas norteamericanas (dedicadas a las minas, los ferrocarriles, la extracción de petróleo) asentadas a lo largo de la frontera norte, el Golfo de México y el Pacífico. El futbol americano gozó de mucho arraigo en las dos principales instituciones de enseñanza superior que había en los cuarenta y cincuenta: la Universidad Nacional y el Instituto Politécnico. El box gustaba mucho, tal vez porque se avenía bien con el estoicismo mexicano. También la lucha libre apelaba a esa cualidad tan prehispánica como española, con el atractivo adicional del color y las misteriosas máscaras. Es obvio que ninguno de esos deportes ha desaparecido, pero han sido absolutamente opacados por el juego (importado hacia 1902 por mineros ingleses) que hoy es el deporte nacional. La hegemonía del futbol es quizá irreversible. Vale la pena preguntarse si es sana. (...)
Creo que hace cincuenta años la pasión deportiva estaba repartida más democráticamente.
En los cincuenta, México era un mosaico deportivo que se reflejaba profusamente en la radio, un poco en la televisión y con mucha vitalidad en la prensa. Era ilustrativo leer los diarios deportivos: Esto, Ovaciones y La Afición, éste último muy crítico y bien escrito. Además había excelentes periodistas, como Manuel Seyde, cuya prosa destilaba elegancia y veneno, tanto que fue él quien bautizó a la selección como "los Ratoncitos Verdes". De pronto, todo cambió, no solo en México sino en el mundo. La trasmisión por televisión de la Copa Mundial de Chile en 1962 fue el presagio de una nueva era.  (...)
No volverán los tiempos del beisbol, el futbol americano, el box y las luchas, pero es bueno recordar que en esos deportes (y en otros, como los clavados) México alcanzó niveles de excelencia. De haber porfiado en ellos, acaso nuestras modestas alegrías deportivas serían más frecuentes.
-extractos de Cuando el futbol era un deporte más de Enrique Krauze

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