miércoles, 6 de julio de 2011

Engranaje



"El taller de un artista es un mundo en sí mismo, una fábrica de sueños e imágenes, una manufactura de las formas."
-Michel Onfray

La imaginación no descansa. Sucede que en ciertas ocasiones sus propios productos le hacen pensar que ha terminado, que no puede seguir más allá. Es una percepción fallida, pues la imaginación una vez echada a andar, no cesa de imaginar. Quizá imagina algo tan etéreo como los globos cuyo efímero relleno de aire no los hace menos: hay forma, hay color, se trasmite alegría. La imaginación se combina con otros engranjes tales como la razón, el cálculo, el análisis, la interpretación profunda. Y se engaña la imaginación si se considera aparte, ajena, superior (sólo la intuición cuenta) o inferior (sueño demasiado) a los variados recursos intelectuales de la torre mental. Se trata así, de una compleja unidad. La tentación de abandonar la torre es mala estrategia. La imaginación no ha de ir sola, pues corre el riesgo de paralizar la comprensión... y enloquecer.

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