El ajedrez, reputado juego científico, se basa en estrategias preventivas que buscan someter el azar mediante el cálculo de probabilidades. Genios del arte conceptual y surrealista, como Marcel Duchamp (arriba: No me distraigas) y Max Ernst (abajo: En el marco del encuentro), fueron adictos al juego cara a cara. Ambos sabían que el ajedrez fue inventado por viajeros que deseaban entretenerse a lo largo de la Ruta de la Seda, desde Estambul, última puerta de Europa, hasta China. Así, jaque mate era el grito persa que ponía fin al duelo: sha-mat! o '¡(el) Sha-(ha) muerto!'. La palabra alfil la introdujeron otros viandantes de la gran ruta: los árabes. Así, Al-fil significa "el elefante", pieza cuya base representa la pisada del paquidermo. Pero, ¿caminan los elefantes en diagonal? Roque proviene del árabe rujj, 'torre'; de ahí enroque. Pero, ¿es posible que la torre del castillo se desplace en el aire contraviniendo la ley de la grevedad? Dudas suficientes para seducir a Ernst y Duchamp, artistas de la reflexión ana-lógica.
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