jueves, 7 de julio de 2011

¿Es lo mismo la ratita culta que la inculta?

Un sujeto robó una obra de Picasso (Tete de femme) de un museo de San Francisco, EEUU. Fue capturado casi de manera inmediata gracias a su identificación por una cámara de seguridad. Asalta empero, la interrogante: ¿es lo mismo robarse una obra de Picasso... que robarse una camioneta último modelo prestada por el Congreso para cumplir las funciones de diputado? Es decir, ¿es lo mismo sustraer una obra de arte... que sustraer un bono de compensación innecesario, un seguro de vida y de gastos médicos privados, un sobresueldo desproporcionado, viáticos para viajes internacionales injustificados, sueldos inventados para obsequiar a compadres y parientes; en fin, distraer recursos públicos para satisfacer las necesidades de la vida privada de un funcionario público? Tal vez todos los ladrones se igualen por lo bajo, pero no falta un dejo de simpatía por la ratita culta que sabe al menos, reconocer el valor de un dibujo de Picasso que de seguro, un diputado, un presidente municipal, un gobernador o achichincle del servicio público, desconocen o ni siquiera consideran dentro de su horizonte de objetos de valor dignos de ser sustraídos. Los roedores incultos no levantan la vista, caray.

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