martes, 12 de julio de 2011

Sana, sana ¿cuál colita? de rana

Ranita gris adherida a muro gris
¿Cuál es la diferencia entre la rana y el sapo? Ambos son anfibios (amphi, 'a los dos lados': tierra y agua; y bios, 'vida'), del orden de los anuros (suena alburero, pero el vocablo proviene de an, sin; y ouros, cola). Así, rana es onomatopeya: imita su forma de comunicación: rrani-rrani-rrani. Igual que el inglés frog, que viene del alemán frosch, que imita el sonido que produce la rana al saltar al agua. La rana es más acuática; mientras que el sapo (toad, en inglés, por el sonido al inflar el pecho) sabe adaptarse a ambientes terrestres, de ahí su piel gruesa y rugosa. Las ranas en cambio, son lisitas en general.
Siempre había en la escuela primaria por cierto, alguien que sobrellevaba con resignada dignidad el apodo de la Rana o el Sapo. Anécdotas aparte, al sapo siempre le corresponde la peor parte. En el cuento, la Princesa debe besarlo -¿con asco?- para metamorfosearlo en Príncipe (alegoría de la espectacular metamorfosis que experimenta el renacuajo -rana en forma de ajo-, parecida a la que sufre la oruga-mariposa ). La lujuria reproductiva de los animalitos ojones, pero sin cola o anuros, pudo también contribuir a la historia de la Princesa y el sapo galán.
Nótense en el videoclip del didáctico David Attenborough, los mensajes entre las ranitas doradas; o las formas de comunicación entre rivales del cariiño

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