Bailar o sacudirse la pena

¿Recuerdan su primera vez; es decir, cuando bailaron?
En lance autobiográfico confieso que mi debut fue en el patio interior de la casa de Arturo Palazuelos, un vecino de la colonia México donde vivíamos en Nuevo Laredo, que festejó su cumpleaños ¿número 15? con una fiesta. Por alguna extraña atribución mágica, yo no me animé a sacar a bailar a la que luego fue mi primer noviecita, sino hasta que me abrigué con el que yo supuse mi amuleto contra la vergüenza: una chaqueta blanca que me permitió desentumirme (apretó el frío al caer la noche) y acometer con todo mi cuerpo la canción Sugar de los 'Archies', hit musical número uno de la temporada.