viernes, 9 de julio de 2010

Ah, acógeme diosa Venus, en tu día

El cuervo

En un carro manchego
caminaba una moza inocentona
de gallarda persona,
propia para inspirar lascivo fuego.
El mayoral del carro era Farruco,
de Galicia fornido mameluco,
al que, en cualquier atasco, daba asombro
verle sacar mulas y carro al hombro.
Un colchón a la moza daba asiento,
porque el mal movimiento
del carro algún chichón no la levante.
(Lector, es importante
referir y tener en la memoria
la menor circunstancia,
para que, por olvido o ignorancia,
la verdad no se olvide de esta historia.)
Yendo así caminando,
vieron un cuervo grande que, volando,
a veces en el aire se cernía
y otras el vuelo al carro dirigía.
- ¡Jesús, qué pajarraco tan feote!,
dijo la moza. ¿Y ese animalote
qué nombre es el que tiene?
- Ése es un cuervo, respondió el arriero;
embiste a las mujeres y es tan fiero
que les pica los ojos, se los saca,
y después de su carne bien se atraca.
Oyendo esto la moza y reparando
que el cuervo se acercaba
al carro donde estaba,
tendiose en el colchón y, remangando
las faldas presurosa,
cara y cabeza se tapó medrosa,
descubriendo con este desatino
el bosque y el arroyo femenino.
Al mirarlos Farruco, alborotose;
subió sobre el colchón, desatascose,
sacó...¡poder de Dios, qué grande que era...!
y a la moza a empujones
enfiló de manera
que del carro los fuertes enviones,
en vez de impedimento,
daban a su timón más movimiento.
Y en tanto que él saciaba su apetito,
ella decía: - ¡Sí, cuervo maldito,
pica, pica a tu antojo,
que por ahí no me sacas ningún ojo!


- El Jardín de Venus, Félix Ma. de Samaniego

4 comentarios:

Anónimo dijo...

The tale is so amusing! ....the tacky photo is unnecessary. Sometimes the right words make all the magic

Carlos G Garibay dijo...

Un saludo cordial a todos.

Estoy de acuerdo con que a veces las palabras bien dichas son más que suficientes para hacer que un lector atento pueda recrear una escena en su mente.

Sin embargo aplaudo la tradición (adicción) de los viernes en que nos regala una foto que estimula la vista y que, a modo de retroalimentación, suele provocar que algunos hagamos el esfuerzo de colocar con decoro y tino una palabra tras otra dedicadas a la musa (o al muso en su caso) que en los mejores casos... pasan a la acción (¡el cariiiinio!).

¡salud!

Luis E Gonzalez dijo...

¡Excelente Falcon, es una delicia el texto y la foto! Felicidades por tu blog y por tu programa, un gusto poder escucharte. Saludos.

malito dijo...

jajajaa, definitivamente soy nuevo en el blog, y ya me chuté varios artículos, sobretodo los de los viernes...mi estimado falcón,que gusto encontrar su blog, y ampliar mas el talento que demuestra con sus caricaturas periodísticas...que buen blog!felicidades!!