martes, 8 de mayo de 2012

Don Étimo y la edecán

La edecán de súbito celebérrima, Julia Orayen, disfrazada de José María Morelos:
¡Los sentimientos de la Nación!
La palabra edecán es de origen militar. Procede del francés que al pasar al español se repitió mocosuena: aide de camp (e-de-cam) o 'ayudante de campo'... precisamente en el campo de batalla o en el cuarto de guerra. Pero (contengan la respiración, feministas) ¿por dónde se coló la connotación femenina y sexy-decorativa? Por la política. El poder deslumbra más si se acompaña de la belleza. Así, las y los jóvenes bellos -los valet, pero no parking- que debían acompañar al rey y la reina en su séquito (¿de dónde si no, podían surgir las/los amantes o consortes reales?). En la actualidad, las grandes ferias de exposiciones comerciales no se visitan sin un stand con edecán sexy.

3 comentarios:

Jaime dijo...

Que interesante Falcón. Saludos!

Anónimo dijo...

Sigan comerciando con el cuerpo de las mujeres, como la eterna carne dispuesta/disponible para las órdenes/desórdenes de los falos patriarcales.

Jodido de parte de las féminas que se prestan al juego y cobran, jodido de parte de quienes pagan porque suceda: el mismo champurrado que humea en el caldero de los siglos.

¿Hasta cuándo, chingados?

Falcón dijo...

Lupercia con L-en rigor, la que comercia con su cuerpo es la edecán.
Coincido contigo sin embargo, en que "las féminas se prestan al juego" en cuanto advierten que en una cultura machista sexualmente reprimida, basta un cuerpo atractivo para sobresalir en el mercado de trabajo o devastar la concentración en un debate público. Y causa estupor ver cómo 20 segundos de edecán en TV, produjeron un tsunami de comentarios de más de 48 horas en todos los medios sobre el contenido del vestido blanco; no sobre el contenido del debate. Conviene reflexionar entonces si fue la actual pobreza y mediocridad de nuestra cultura política la que atrajo una prenda de la cultura del espectáculo casualmente; o si la edecán pudo competir efectivamente con los debatientes ¡postulados a la presidencia! porque al final resulta que todos -incluida la edecán- son parte de la cultura del espectáculo, del mundo del marketing y de la publicidad. Lo de menos así, serían las ideas políticas del debate que, en un escenario ideal, debieron haber sido las que causaran tal conmoción mediática. Pero si las ideas están al nivel de una prenda sexy...