¿Vínculos de causalidad o casualidad?

Votantes y ciudadanos
-Héctor Aguilar Camín
A los votantes les interesa el tiempo del pleito de las campañas, y se alinean apasionadamente con personas y partidos. Es el tiempo en que estamos, y apenas empieza la batalla. Conforme se acerque la elección, crecerá la pedrea en busca de los votos.
A los ciudadanos, que son los mismos votantes después de la elección, les interesa lo contrario: no el pleito electoral, sino que los partidos dejen de pelearse y construyan acuerdos para generar los bienes públicos fundamentales: seguridad, libertad, equidad, prosperidad.
Para los votantes lo fundamental es lo que sucederá el día de la elección. Para los ciudadanos, lo que sucederá después.
Candidatos, partidos y votantes tienen que arriar los pendones y las lanzas después de la elección y volver poco a poco a la normalidad de antes de la batalla.
(...) los ciudadanos tenemos una impresión demasiado pobre de nuestros políticos y una idea demasiado buena de nosotros mismos.
Sobre todo, no parecemos dispuestos a establecer un vínculo de causalidad o al menos una cierta condición de espejo, entre la calidad de nuestros políticos y la calidad de nuestra ciudadanía. Como si nada tuviéramos que ver con ellos, ni ellos con nosotros, y como si la idea tan pobre que tenemos de ellos no nos empobreciera también a nosotros. Las sociedades tienen los políticos que producen. Nadie los importa de Libia.