domingo, 30 de octubre de 2011

A recoger las varas

La estrategia pirotécnica de Pan y Circo culminó como empezó: en cortina de humo. Circo-para-el-pueblo-que-pide-Circo (versión de la fórmula mercadotécnica circular: al público lo que pida... del menú de la TV mexicana que da al público lo que pida del menú de la TV mexicana que) llegó hoy a su clímax en el estadio de nombre ultranacionalista. Y triunfalismos aparte, ¡Vamos por las Olimpíadas! (¿quiénes?), ¡Son los mejores Juegos Panamericanos de la historia! (¿los evaluó algún extranjero imparcial?), el PAN se aproxima al anticlimático fin de sexenio. El cohete se desintegra en la noche, la fiesta panista se acaba. Sigue ahora el duelo, la melancolía, la cruda por lo que pudo haber sido prioritario y no lo fue: por omisión. Porque si de exhibicionismo ultranacionalista se trataba, ¿por qué no se manifestó así, por ejemplo, en los Festejos del Bicentenario? La Estela de Luz sigue aún sin terminar. Los títeres gigantes que deambularon por el centro tapatío no arrancaron soflamas patrioteras, MÉ-XI-CO, MÉ-XI-CO. Así, capaces de envolver shows de Ricky Martin y justas deportivas en la bandera nacional, los panistas en cambio, fueron incapaces de organizar y celebrar con creatividad y nivel-de-primer-mundo los acontecimientos relacionados de veras con la identidad mexicana. Quizá porque lo que a los panistas les falta de conocimiento y visión histórica, les sobra en cuanto a cultura popular televisiva y espectáculos de entretenimiento masivo se refiere. Por tanto, se insiste, no se trata de señalar con fruición errores y fallas técnicas ("¡tienes que admitir -me conmina una amiga- que los Juegos salieron muy bien!"), sino de preguntarse por qué debemos evaluar -como quieren ellos- a funcionarios públicos aliados a empresarios privados (parapetados tras la máscara de México) por su capacidad para montar un Circo. ¿El Circo es tarea propia de OCESA, de las televisoras, de Vergara, de Vázquez Raña y el Tibio Muñoz (cuyo hermano (a) el Ticketmaster, re-vendiendo boletos, develó el verdadero objetivo deportivo: el lucro expedito)... o es tarea propia de un gobierno elegido por los jaliscienses para atender primero las necesidades sociales? Imposible no reconocer las estrategias paralelas: la máscara de Circo cubre de manera eficaz la cara desfigurada a balazos del sexenio de Calderón.

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