El despacho Búnker Arquitectura (BNKR) lanzó la propuesta de pirámide invertida o rascasuelos (earthscraper) para el zócalo del DF ¿Bajo qué concepto? Se cita:"A Búnker Arquitectura le interesa el oxímoron, la conjunción de dos términos opuestos". Cielos-suelos se deduce.
La propuesta quizá no resulte utópica para la zona metropolitana de Guadalajara. Los tiburones inmobiliarios que propugnan como única vía la Falópolis (o "crecimiento vertical"), bien podrían publicitar los rascasuelos así: ¡adquiera su loft invertido con vista a las tuberías decimonónicas del SIAPA! O bien: ¡solicite su visita espeleológica guiada para observar con asombro todo lo que quedó bajo las nuevas banquetas del doctor Petersen! O: ¡inviértanse con cargo al erario municipal los Arcos del Milenio que ahora serán los Columpios del Milenio! En términos más ingenieriles, la Secretaría de Desarrollo Urbano del Puente Atarantado (SEDUPA), a fin de ahorrase perforaciones, podría construir una torre invertida o rascasuelos a partir de un bache (también oxímoron: gris pavimentado agujero negro). El sobresalto apocalíptico del cardenal Sandoval (porque estás-que-te-vas-y-te-vas-y-te-vas...) resultaría además de previsible indispensable en términos publicitarios: "¡una torre invertida sólo servirá para alentar costumbres de invertidos!" Se imagina incluso lo que hubiese sido erigir invertida la Villa Panamericana en el Bajío: sólo se apreciaría en la superficie un rizado césped, mientras que por debajo la Villa se sumergiría majestuosa en lo más profundo de los mantos fréaticos del bosque de la Primavera. Como el presupuesto invertido de dichos Juegos. Oxímoron: juegos presupuestales planeados al azar sumergidos a la vista de todos. Bienvenido pues, el rascasuelos a reflejar el mundo tal como se encuentra: al revés.
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