miércoles, 19 de octubre de 2011

En tono de Id

Cada vez que tocaba el violín emergía el Inconsciente
La música precede al lenguaje. La música emerge, se solaza, se sumerge en las fuerzas inconscientes previas al Verbo, la Razón o la Conciencia. De ahí que la música se asocie con lo irracional, las emociones, los sentimientos, las aguas profundas, fundadoras del estrato primordial de la persona. De ahí la potencia de los conciertos masivos, donde se canta, se aúlla, se baila orgiásticamente... porque aún no emerge el Yo, la Palabra. La música son los sonidos del inconsciente que el Yo, el Verbo, la Razón no logra explicar a cabalidad sino sólo registrar, sentir, experimentar, comentar, compartir; pues la Conciencia viene después de la música. De ahí que al escucharla se turbe o desoncierte el Yo consciente: es que con el rabillo del ojo vislumbra -mero reflejo- la poderosa presencia musical del Inconsciente.

No hay comentarios: