La ¿copia? del salaz Salai

La Gioconda de Leonardo da Vinci (izq) junto a la Gioconda de su discípulo y amante, Andrea Salai. Una en el Museo del Louvre y la otra, rescatada mediante restauración, en el Museo del Prado ¿Por qué motivo, con qué objeto -se interrogan los expertos- Leonardo y Andrea pintaron de manera simultánea, casi paralela, a la misma modelo (Mona-contracción de madonna, 'mi doña, mi dueña'- Lisa Gherardini casada con Francesco del Giocondo -de ahí La Gioconda)? ¿Se trataba de una forma de enseñar del maestro?¿Pretendió da Vinci quedarse, luego de entregar el original a don Francesco, con una copia? A sabiendas del sentido del humor de Leonardo, ¿no se trataría más bien de un guiño cómplice al amante?¿No sería la copia resultado de un desafío, una especie de duelo juguetón intensificado por ciertos celillos ante la belleza de Lisa Gherardini? "Muy bien, Andrea" -habría dicho Leonardo- "tú dices que no es tan bella como afirmo: demuéstramelo." Y a pintar al alimón cada uno su versión. Descubrir el juego entre maestro y alumno (cacharlos) produjo la sonrisa de M(ad)ona Lisa.