-¿Listas, chicas?Arrancó el carnaval de Brasil que da permiso de desnudar y gozar la lujuriosa carne (carne-vale) mediante la adoración de Venus Calipigias (o Afroditas de las Bellas Nalgas) en danzas callejeras espectaculares (esa samba, caramba), pero ¡cuarenta días antes de que llegue Pascua!
Aun cuando la teoría de la evolución explica que la función de las nalgas femeninas constituye un equilibrio o balance del cuerpo embarazado, es indiscutible la estética erógena de las formas anchas, firmes y redondas bajo la espalda de las mujeres (en este caso, de las sudamericanas, con antecesoras indígenas precolombinas y afrocaribeñas. Las culturas anglosajonas y nórdicas en cambio, son más aficionadas a los pechos generosos quizá en memoria de la originaria y nutricia Madre Europa).
Los atuendos de las bailarinas de samba recuerdan que antes de ocultar y encerrar el cuerpo con ropa tapatodo y entre cuatro paredes durante el período religioso de la católica Pascua, al comenzar la cuaresma (de cuadragésima o cuarentena), hay que exhibirlo y festejarlo con gran algarabía y alegría para dar cuenta de toda su maravillosa grandeza.
No en balde el carnaval ocurre en Brasil, hoy en día la primer potencia de América Latina, pues fue el único país del continente que no conquistaron los españoles sino los hedonistas portugueses.
El carnaval recuerda que bajo la fastuosa epidermis yace el esqueleto, esto es, la muerte; pero recuerda también que precisamente porque finalmente todos vamos a morir, el cuerpo vivo, vivísimo, merece gozar.
El carnaval celebra tanto la joya frontal...
... como la trasera, en sabio reconocimiento de las (g)rutas de placer.
Antes de que la temporada católica reprima los cuerpos arropándolos y escondiéndolos, el carnaval permite deshacerse de prendas sujetadoras, sometedoras de la ubérrima vida que brota a chorros. Por cierto, quizá algún día en Guadalajara se celebre un gran carnaval pre-cuaresma (con una más bella y esplendorosa Vía Recreativa), por ejemplo, cuando no tengamos gobiernos panistas ni dos cardenales católicos ortodoxos encima.
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