miércoles, 29 de febrero de 2012

Guillermo Tell... y su hijo

El oficial austríaco Gessler somete a Guillermo Tell, afamado héroe suizo diestro en el tiro de ballesta, a una prueba sanguinaria: para no ser enviado a prisión (por no hacer la genuflexión debida ante el sombrero del oficial), Tell deberá acertar, a la primera flecha, en la manzana colocada sobre la cabeza de su hijo Walter. La escena del padre apuntando a la cabeza del hijo genera tensión de inmediato, no sólo por la crueldad inherente a tal acto sino porque además revela otra realidad profunda: ¿qué siente el padre ante el hijo primogénito que se interpone entre la esposa y él? ¿Verá una réplica: entonces es Otro hombre, diminuto, pero rival que despertará ira, molestia primero; culpa, ansiedad después? ¿Qué siente el hijo ante la figura paterna, ante la posibilidad de castigo mediante la fálica ballesta? ¿Confía el hijo en que el padre acertará en la relación entre ambos... o desconfía del padre? ¿Confía el padre en que el hijo superará la prueba o lo considera menos valeroso que él? La leyenda de Guillermo Tell describe la tensión masculina originaria entre padre e hijo originada por una presión externa: la presencia de la madre. En un triángulo afectivo alguien sobra. Y si Tell flechó la manzana, ¿el hijo dejó de sentirse amenazado? ¿Y cuando el hijo se procure su propia ballesta? Cuando la tensión padre-hijo queda sin resolverse: esto es, cuando la flecha de Tell da en la frente de Walter, el hijo puede quedar atravesado, herido de por vida por la figura paterna; para rehacerse deberá reconstruir la escena original y desviar la flecha... a la manzana. Eso, o perder la razón reconstruyendo una y otra vez hasta el infinito dicho momento. La ausencia en la vida real de padre, no cancela el dramatismo de la escena, pues el hijo verá a Guillermo Tell, apuntándole, en figuras paternas sustitutas: el hermano mayor, el tío, el suegro, padrino, jefe, patrón, cacique... Gioachino Rossini (nacido un 29 de febrero de 1792), compositor conocido como el Mozart italiano, presenció de niño el momento en que su padre, Giuseppe, era encarcelado por la policía austríaca, de manera que no eligió el tema de su ópera fortuitamente: Guillaume Tell (1829).

La leyenda suiza de Guillermo Tell y su hijo Walter

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