que uno tenía al jugar, cuando niño
-Nietzsche
Jano es el dios romano del umbral. Justo antes de cruzar la nueva puerta, su condición bicéfala le permite echar una mirada hacia atrás. Jano es el dios que permite recoger las experiencias acumuladas en el pasado y trasladarlas, cribadas por la reflexión, al nuevo mundo de situaciones que se encontrarán más allá de la puerta... para madurar (en) el trayecto, el pro-yecto personal. Es un ejercicio de la memoria selectiva: ¿qué persona, qué hecho, qué actividad, qué conflicto, qué momento de placer, por ejemplo, fueron los más significativos, relevantes, durante 2013? Y en el sentido de poda: ¿qué persona, qué hecho, qué actividad, etcétera... conviene descargar del equipaje antes de cruzar la puerta de 2014? En la mirada retrospectiva de Jano se incluye el reconocimiento del inconsciente (que anida en el pasado) y su poderosa fuerza subterránea que, de ignorarse, puede hacer erupción de manera escandalosa y sorpresiva en el presente cotidiano. Así, la visión bifronte de Jano permite reconocer los elementos oscuros, ocultos, inconscientes, que bloquean o estorban el camino; por eso, antes de abrir nuevas puertas a tontas y locas, es menester hacerse consciente de las propias limitaciones para no acarrearlas al trasponer nuevos umbrales.
Capricornio, 2006, Guillaume Azoulay
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