viernes, 24 de enero de 2014

Da voz Davos/ O del festival del poder supragubernamental

Asistir a Davos cuesta, por persona, 
entre 30 mil y 40 mil dólares, sin contar
la entrada a cada conferencia que cuesta cuando
menos, 20 mil dólares más (*)
"Desde 1971, el Homo Davos (preferentemente varón, norteamericano, joven, políglota, familiarizado con las nuevas tecnologías de la información y muy rico) convive una semana durante el mes de enero, en la sede suiza donde se desarrolla la novela La montaña mágica, de Thomas Mann. En 1912, el escritor hubo de acompañar a su esposa a pasar una temporada de reposo a Davos, donde conoció el mundo de los hospitales para tuberculosos, y concibió una de sus obras maestras. Allí se reúne el Foro Económico Mundial, una especie de asamblea de la élite económica y política de todo el mundo. Al principio, el foro fue una modesta idea del entonces también modesto profesor alemán de Gestión Económica, Klaus Schwab, al que asistían unas docenas de personas con el objeto de introducir los más recientes conocimientos empresariales norteamericanos entre los ejecutivos europeos. En la última asamblea, han acudido alrededor de 2 mil personas: la mitad empresarios o ejecutivos que reprsentan, según los organizadores, al 80 por ciento de la producción industrial y de servicios mundial. Como en otras convocatorias, se han tratado tanto cuestiones políticas como empresariales y económicas. Contactos, redes, relaciones públicas. Y todo ello en un ambiente de exclusividad. Se trata así, de una extraordinaria operación de relaciones públicas del gran capitalismo mundial, que es como decir del Gran Poder. Davos ha adqurido una centralidad mediática que difícilmente tiene cualquier otro tipo de convocatoria gubernamental o particular. Alguien ha dicho que se trata de un brain storming (tormenta de ideas), pero también del recreo de los mayores egos del mundo." (...) "Los inversores apuestan por lo que puedan darles las empresas virtuales (AOL, Yahoo, Amazon, Microsoft, Terra, Apple, etcétera) en el futuro más que por lo que en realidad son. Ésa es la paradoja. El viejo capitalismo ha sido derrotado por el capitalismo global, basado en la tecnología. Lo virtual se impone a lo real. El presidente de Compaq, Michael D. Capellas, declaró en Davos: 'sólo hay un mensaje en los negocios de internet: canibaliza antes de que te canibalicen'. "
-en El poder en el mundo, de Joaquín Estefanía 
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(*) A Davos se llega con estricta invitación que tiene un costo, y este año se enviaron 2 mil 500 para jefes de estado, líderes, pensadores y personalidades de 100 diferentes países. Para una empresa, el costo del boleto es de alrededor de 20 mil dólares por persona, unos 250 mil pesos, que es más o menos lo que gana mensualmente el Gobernador del Banco de México, Agustín Carstens. Con este boleto, se puede entrar a 250 sesiones de trabajos y escuchar a oradores como Christine Lagarde, directora del FMI, a Bill Gates, empresario y filántropo o a ministros europeos, por ejemplo. Sin embargo, si la compañía quiere ser oradora y tener calidad de socio estratégico el ticket asciende hasta 530 mil dólares. Claro, esto trae consigo acceso a negociaciones de alto nivel, con otras empresas y con gobiernos.
Entre los mexicanos que asistieron este 2014 a Davos, fueron el Presidente Enrique Peña Nieto, quien no es nuevo en estas reuniones, fue considerado Joven Líder Global (YGL, por sus siglas en inglés) en 2007). También estuvieron Alejandro Ramírez de Cinépolis; Alfredo Capote, de Citi y YGL 2009; Jorge Vergara y Angélica Fuentes, de Omnilife; Alonso Quintana, de ICA; y José Antonio Fernández, de FEMSA. (de la sección de Negocios, El Norte)

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