jueves, 12 de diciembre de 2013

La generación de 'selfies'/Don Étimo, viéndose a sí mismo dispara traducción

Encuadrar es excluir 
-Susan Sontag 


De izq a der: David Cameron (Londres, 9 de octubre de 1966), Helle Thorning-Schmidt (Dinamarca, 14 de diciembre de 1966) y Barack Obama (Hawai, 4 de agosto de 1961)
Aparte de comprobar que los mejores chistes surgen en misas y funerales dada  la atmósfera de solemne seriedad prohibitiva que estimula la transgresión gozosa, conviene subrayar que las nuevas tecnologías de la comunicación en su vertiente fotográfica (hoy en día el celular es útero que engendra todos los medios de comunicación masiva) han acabado con la solemne e impostada rigidez de la pose anti-espontánea frente a la cámara tradicional. Ya cualquiera -presidentes y primeros ministros, por ejemplo- dispara el objetivo fotográfico dondequiera para capturar todo tipo de personaje, escena o situación ¿Por qué no el propio Yo como objetivo? Una gloriosa toma con vista al 'Self' o a sí mismo... por uno mismo. Un Selfie, dicen los gringos; una autofoto podría decirse en español, porque "autorretrato" es un género artístico particular y los automóviles como objetivo significan publicidad. Y al infinito y más allá: trépese la autofoto a las redes sociales y se convertirá en virus contagioso sinónimo de "foto-es-fama/o tienes fama-de- foto" independientemente, oh, perfil, de quién seas en realidad. Por cierto, la autofoto (o un Selfie) torna secundario al fotógrafo profesional convencional que en el origen del invento, invitaba a su local o estudio donde no sólo estudiaba presencias y atmósferas sino que, maestro de ceremonias estricto, ordenaba poses, gestos y sonrisas ("a ver, digan qüisqui; levante la papada, señora; péinese, muchacho; no parapadee o se verá ebrio"), así como el fondo o escenario. ¿Qué es en sí un Selfie? Narcisimo y autoerotismo obviados, es un relevo del espejo."¡Espejito, espejito!", pareció exclamar la güera Helle, primer ministra de Dinamarca, "dime: ¿quién es la más bella del estadio?" Cameron y Obama respondieron adheridos a la rubia: Selfie! La autofoto dio la respuesta. Con la pena de que el protagónico cadáver (cuyo verdadero nombre no era ni Nelson ni Mandela ni Madiba sino Rolihlahla)  y la Primera Dama estadounidense no alcanzaron a salir en el encuadre... de la Selfie ('autofoto', insiste don Étimo), aunque sí en la toma que, desde el otro lado del estadio de Soccer City, de Sudáfrica -hablando de menage-a-trois o mal tercio-, consiguió otro testigo delator: el vengativo y celoso fotógrafo profesional ("¡abajo los Selfies que me dejan sin chamba y a Michelle en ridículo!") que con mira telescópica encuadró la Selfie-autofoto que se convirtió en fotografía convencional histórica: una anti-Selfie. (MFM)
 Al fondo a la der: Michelle LaVaughn Robinson de Obama (Chicago, 17 de enero de 1964)

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