criaderos de alacranes:
como a los perros dan con la pitanza
vidrio molido, nos alimentan con sus odios
y la ambición dudosa de ser alguien.
–Octavio Paz
Las bombas de Boston representan la meta de un maratón familiar: el de los Tsarnaev.
De Rusia a EEUU y viceversa. Así, la clave del ataque que produjo terror (terrorista) reside no tanto en la nacionalidad y las creencias político-religiosas de la familia sino a un nivel más profundo, en la estructura de la relación de los padres (Anzor y Zubeidat) con los hijos (Tamerlán y Zohar): una olla de presión con clavos hirviendo; una bomba de fabricación casera -nunca mejor dicho- que cocinó, desde hace mucho tiempo, terror a fuego lento. Cuando las dos bombas estallaron aquel 15 de abril en Boston, los dos hijos, Tamerlán y Zohar, alcanzaron la meta familiar: ya ellos mismos eran bombas, dos seres rellenos de clavos hirviendo en la sangre, dos hijos inmersos en terror dentro y fuera. Decidieron acabar con esa estructura familiar, (se) liberaron (de) la presión de la olla en plena calle, su único hogar, la meta. (MFM)
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