La anciana
Pues la anciana me dijo: "mira esta rosa seca
que encantó el aparato de su estación un día:
el tiempo que los muros altísimos derrueca
no privará este libro de su sabiduría.
En esos secos pétalos hay más filosofía
que la que darte pueda tu sabia biblioteca;
ella en mis labios pone la mágica armonía
con que en mi torno encarno los sueños de mi rueca".
"Sois un hada", le dije: "Soy un hada, me dijo:
y de la primavera celebro el regocijo
dándoles vida y vuelo a estas hojas de rosa".
Y transformose en una princesa perfumada,
y en el aire sutil, de los dedos del hada
voló la rosa seca como una mariposa.
-Rubén Darío
No hay comentarios:
Publicar un comentario