viernes, 3 de mayo de 2013

Babel

El nombre de la Torre de Babel impele a indagar su sentido. Babel proviene del hebreo Babhel; a su vez, del acadio Bab-ilu, donde bab es 'puerta' e ilu, 'dios'; esto es, 'La Puerta de Dios'. Comparte raíces con la palabra griega Babylon, Babilonia, en este caso: Bab-ilani: 'La Puerta de los Dioses'.
La lenta y afanosa construcción de la Torre de Babel se interrumpió de manera abrupta cuando el habla de los constructores se volvió mutuamente ininteligible: no pudieron comunicarse ni entenderse. En una interpretación rápida, se considera que Dios castigó así a los hombres por pretender alcanzar la morada divina en el cielo. Pero, como indica el vocablo Babilonia, quizá la confusión de lenguas era sólo aparente y se trataba más bien, de diferentes puertas, esto es, matices de la visión del mundo, incluidos en ella, Dios y los Dioses. La Torre (la conciencia elevándose en espiral), en ese sentido, añade pisos, pasillos, escalones, con cada ser humano que abre-usa el lenguaje-puerta a más planos y múltiples niveles.

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