lunes, 13 de agosto de 2012

Giro

Aquella noche, justo cuando la Bella Durmiente se levantó para acudir al baño, su hermano, el Bello Insomne, arribó al castillo, guardó su potro en el establo real y sin encender el pesado candelabro se dirigió a los aposentos reales en medio de la penumbra hasta que encontró la primera cama disponible, misma que la Bella Durmiente había abandonado momentáneamente. El cuento cobró así, un giro inesperado.

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