Día de la Madre Tierra

El Día de la Madre Tierra (metáfora del origen de la vida) se estableció el 22 de abril de 1969 en EEUU -en el contexto de la contracultura hippie que pedía el retorno del ser humano al útero de la Naturaleza como entidad bondadosa suprema- y, cuarenta años más tarde, en 2009, la ONU empleó el mismo concepto para decretar el Día de la Tierra a nivel mundial, ya en el contexto de la protección del medio ambiente, la globalización de la contaminación o calentamiento global. Los movimientos verdes, ecologistas o incluso Partidos color perico, empero, han carecido de unidad y eficacia en el planteamiento de estrategias. Por lo que el discurso del Día de la Tierra es pretexto más bien, para externar apocalipsis de bolsillo y sollozos de cursilería por la destrucción del Planeta Azul.

Imagen enviada ayer desde la cuenta de twitter de un brigadista nocturno en el bosque
En Guadalajara la fecha del Día de la Tierra, oh, ironía, coincide con el recuerdo de las explosiones del 22 de abril de 1992; es decir, por la contaminación de las aguas residuales con gasolina Nova vertida al drenaje por PEMEX, ignórase aún si de forma deliberada o accidental, en todo caso, de manera irresponsable. Para colmo, suele ocurrir que al comenzar la temporada de calor, se susciten incendios en el Bosque de la Primavera como es el caso ahora desde el sábado pasado, en que el fuego ha arrasado ya con 500 hectáreas de Bosque. El siniestro se originó en ¡la quema de basura! (¿y el servicio de recolección, depósito y reciclado de basura del Ayuntamiento?) en la Colonia Arenales Tapatíos.
¡Vaya objetivo desafiante: intentar convertir el bosque en arenal!