-Noooo manches, wey, no sabes qué me encontré en el camino de terracería
-¿Qué?
-Una madrola brillante, así con patas...
-¿Una qué?
-O sea, una cosa picuda rarísima con foquitos...
-¿Una cosa?
-Ya, wey, sepa la madre qué era, pero te juro que lo veías y se te caía la baba
-Ah, ok, me queda clarísimo
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