lunes, 6 de mayo de 2013

Un día como hoy, en 1856, nacía Freud/ O el tiro al blanco

El vocablo pansexualismo es un término peyorativo para designar el psicoanálisis bajo el supuesto o malentendido de que pretende explicar la psique a partir de una causa única: el comportamiento sexual; y encima, considerarse universal.
Los ataques reduccionistas contra la visión freudiana surgieron tan temprano como 1909, con el psiquiatra alemán Friedländer, quien consideró que el psicoanálisis debía su éxito a la sociedad vienesa del siglo XIX que otorgaba excesiva importancia a la sexualidad. Francia, país de larga tradición germanófoba, retomó dicha acusación para calificar el psicoanálisis como visión "bárbara" de la sexualidad, producto del carácter primitivo, violento y oscuro del pueblo "teutón" y su típica frialdad "nórdica"; los franceses opusieron así, al psicoanálisis, la luminosidad cartesiana, racional, como única digna de considerarse universal. En Italia, la campaña contra el supuesto pansexualismo freudiano comenzó en 1921, encabezada por el sacerdote Agostino Gemelli, impulsor de una medicina mental que no se apartase de los principios religiosos católicos. Desde Viena, el cura Wilhelm Schmidt añadió a la cruzada antifreudiana el ingrediente reduccionista que faltaba: la judeofobia o antisemitismo, sugiriendo que había que rastrear las relaciones enfermizas de Freud con su familia judía y, en especial, con su madre, para obtener las claves del pansexualismo psicoanalítico.
Freud, asombrado ante semejantes reacciones violentas, distorsionadoras y reduccionistas del psicoanálisis, escribió al respecto:
"El psicoanálisis no es más religioso que irreligioso. Es un instrumento sin partido que pueden utlizar los religiosos y los laicos al servicio de la liberación de los seres que sufren. Me sorprende mucho que yo mismo no haya pensado en la ayuda extraordinaria que el método psicoanalítico es capaz de aportar a la curación de las almas; pero esto se debe sin duda a que, siendo un villano herético, ese ámbito de ideas me es extraño."
Hoy en día, Freud comparte con Marx, el calificativo de anacrónico, a nivel de mera literatura con cierto valor histórico. Asimismo, Freud comparte con Marx, la fama de contar con muchísimos detractores que no han leído su obra o la han leído de manera superficial... para detractarlo.
El pansexualismo puede considerarse como una resistencia, tanto más feroz e histérica cuanto más busca evadir u omitir el drama existencial original: el nacimiento cultural de nuestro Yo del coito de un padre y una madre que escenificaron un drama de pareja, que quizá se esforzó por erigirse en institución social convencional: o familia monogámica; en todo caso, en un proceso de relaciones de padre-madre-hijo/a que imprimió huellas indelebles en nuestra infancia que luego, sería destino.

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