jueves, 8 de septiembre de 2011

Del álbum apocalíptico

En la ya desaparecida librería-cafetería La Puerta, en la calle Lerdo de Tejada, los del grupo de la revista Galimatías, representamos una comedia: Apocalipsis Wow! (parodiando el título de la película de Coppola: Apocalypse Now) que redacté a vuelapluma en agosto de 1984. Por supuesto, al texto se añadieron las improvisaciones de cada quien. La trama era muy simple: se venía el fin del mundo y sólo quedaban cuatro (arque-/proto-) tipos ante la muerte: un Pirrurris, un Sacerdote, un Priista y un Revolucionario. Más un maestro de ceremonias (Marco Nava +) y un amigo (Armando Meléndez) que presentaba unos comerciales. Los diálogos eran una marejada de juegos de palabras mediante los cuales se confrontaban los personajes y sus versiones del Fin del Mundo. Desafortunadamente perdí el manuscrito en una mudanza y no recuerdo los detalles, pero nos divertimos muchísimo en los ensayos y durante los tres días en que nos presentamos ante un público más bien cómplice y dispuesto a la carcajada automática.
Julio Haro (+), enfundado en un sotana púrpura, en el papel del Sacerdote
Julio Haro, entre Trino y Pancho Guerrero (el Moco), habla a gritos con Dios en las alturas. Julio fingía que no se escuchaba bien y le respondía: "¿Euuu?"
Trino Camacho en el papel del Pirrurris con banda en la cabeza como era la moda de los ochentas (por alguna razón, Trino cantaba en escena la canción de Pedro Infante: "Yo soy quien soy y no me parezco a naiden..."); detrás, Pancho Guerrero, con un trajecito combinado de burócrata, en el papel del Priista, y Julio
MF en el papel del Revolucionario, con boina guevariana y morralito de peña musical, lee, como si rezase la oración del Credo, el Manifiesto Comunista
Reynals -entonces también caricaturista de la revista Galimatías-, cubierto con una túnica negra, en el papel de la Muerte. Sólo tenía una línea: "Yo soy la Muerte". Reynals debía contestarle así a Trino cuando le preguntara: "¿Quién eres?"; pero Reynals incurrió en un lapsus freudiano: "Yo soy la Mujer", exclamó.
"¡Hasta la (cerveza) Victoria siempre!", era el saludo revolucionario

1 comentario:

Rodrigo Díaz López dijo...

Excelente artículo, muy interesante el trabajo de Julio Haro con El Personal,muchas gracias por las imágenes, El Personal es un grupo auténtico, sobre todo por las letras con codificación sexual: "Dale de comer al conejito", "!Niño déjese ahí!", en verdad son muy interesantes. Saludos!