jueves, 9 de febrero de 2017

Búlgaro цвет/tsvet: 'flor, florecer'/ Tzvetan: 'el floreciente'

Se cita a menudo la frase de Santayana que dice que los pueblos que no conocen su pasado están condenados a repetirlo. La frase sólo expresa una media verdad, porque parece indicar que el pueblo que recuerda su pasado no lo va a repetir. Pero no hay ninguna garantía de que vaya a ser así. Hitler recordaba muy bien la derrota de la Primera Guerra Mundial y eso fue razón suficiente para desencadenar la Segunda.

-Tzvetan Todorov entrevistado por Daniel Gascón, Letras Libres número 198, junio de 2015 



DG- ¿Cuál es la relación entre memoria e historia?

TT- Son complementarias. Cuando se dice que la memoria se opone a la historia o viceversa, se quiere decir que la memoria es una cosa personal, individual, subjetiva, que se funda sobre la experiencia vivida. (En la historia) se contextualiza el acontecimiento y se elabora un relato colectivo y no uno fundado por la memoria individual. La memoria tiene una potencia que la historia nunca alcanza porque la primera se funda sobre una vivencia interior, mientras que la segunda busca objetivar en la medida de lo posible y no descansa en el relato del individuo sino en el acopio de datos históricos y cifras que permiten probar que la situación era así, pero no dicen cómo la vivía la gente. Necesitamos las dos. (...) La memoria es una de las fuentes de los historiadores pero no la única, porque es infiel. Reconstruimos y nos atribuimos el papel que no es el que tuvimos, sino el que habríamos querido tener. (...) Para mí la historia debe ser el cuadro global y la memoria debe estar dentro para alumbrarla de cerca. Hay una gran luz en la calle, pero también necesitamos una pequeña luz, quizás una vela, en una esquina, que va a iluminar de otro modo un rincón minúsculo del mundo y puede conmovernos de manera profunda.

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