A los seis años caractericé a don Venustiano Carranza montado en un carro alegórico durante el desfile conmemorativo de la Revolución Mexicana que se llevó a cabo en 1963, por las calles del centro de Nuevo Laredo, Tamaulipas, mi terruño
Adviértase cómo la Madre Patria (o niña patria, en este caso) sostiene una corona de laureles sobre el chiquillo que personificó a Francisco I. Madero. La niña debió turnarse para también atender a don Venustiano, caray (amplíese)
No hay comentarios:
Publicar un comentario