-Eric Bui, psiquiatra de la Universidad de Tolosa, Francia
El que actúa mal corre riesgo de ser castigado por el Otro. Si pierde el amor del otro, de quien depende, queda también desprotegido frente a diversas clases de peligros, y sobre todo frente al peligro de que este ser hiperpotente le muestre su superioridad en la forma del castigo. Por consiguiente, lo malo es, al principio, aquello por lo cual uno es amenazado con la pérdida de amor.
-El malestar en la cultura, Sigmund Freud, capítulo VII
El heredero de papá Fred era originalmente Fred, Jr., el hermano mayor de Donald; pero las desproporcionadas expectativas, el perfeccionismo y hostigamiento de papá Fred sobre Fred Jr. eran tales que un día, por comprar accesorios caros para los departamentos que vendía la empresa inmobiliaria de su padre, que era tacañísimo, Fred Jr. fue castigado severamente y el joven prefirió -contra la voluntad paterna- dedicarse a la carrera de piloto-aviador, desposar a una azafata -contra la voluntad paterna que lo desheredó- y se hundió en el alcoholismo hasta fallecer en 1981, a los 43 años. El siguiente varoncito -las dos hermanas mayores, por ser mujercitas, no contaban para el misógino padre- era Donald que decidió callar y someterse como empleado-aprendiz de papá Fred. El viejo empresario cascarrabias, murió por fin a los 95 años. El heredero (no sólo de la fortuna y propiedades sino de los prejuicios paternos de racismo, misoginia, artimañas y transas empresariales, antiintelectualismo -Donald como su padre, no lee libros- y desprecio por los demócratas liberales) fue Donald, que pudo así respirar y disfrutar la libertad. Sin embargo, el odio culpígeno que siempre le infundió la abusiva figura paterna, Donald lo desvió, canalizó y descargó sobre empleados, parejas, mujeres y, en general, sobre frágiles chivos expiatorios de su ira acumulada y contenida durante la longeva vida de su progenitor a quien siempre vio no como padre afectuoso sino como patrón implacable, de quien siempre buscó la aprobación. Donald no la obtuvo: el gruñón Fred se murió chamaqueándolo a tiro por viaje.
Testimonio:
El periodista neoyorkino Harry Hurt III obtuvo (en su libro El magnate perdido/Lost Tycoon, the many lives of Donald J. Trump muestra una copia) el testimonio bajo juramento de Ivana Trump en el juicio por divorcio de 1990. En dicho testimonio Ivana jura que Trump la violó. Jura que ocurrió una noche cuando Trump volvió a su casa después de una operación de "remoción de cuero cabelludo" para taparse la calva. Según el testimonio de Ivana, Trump le dijo que el procedimiento estético le dolía mucho y la culpó porque ella le había recomendado el cirujano plástico. Entonces, juró Ivana, en un ataque de furia, Trump se le tiró encima y la violó. Según sigue el testimonio de Ivana, cuando pudo se escapó y se encerró en otro cuarto del departamento y se pasó la noche llorando. A la mañana siguiente Trump le preguntó, burlón y amenazante:
"¿te dolió?"
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(*) Algunas fuentes:
The Mind of Donald Trump, estudio psicológico de Dan P. McAdams; Never Enough, Donald Trump and the Pursuit of Success, biografía de Michael D’Antonio; El Show de Trump, el perfil de un vendedor de humo (en inglés: Trump and me), biografía de Mark Singer; Lost Tycoon, the many lives of Donald J. Trump, biografía de Harry Hurt III
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